miércoles, 6 de junio de 2012

Sobre el encuentro Mundial de las Familias

 Durante la audiencia general, Benedicto XVI recordó su reciente viaje a Milán para participar en el séptimo Encuentro Mundial de las Familias en Milán.




“Queridos hermanos y hermanas:

Deseo hablarles de mi viaje a Milán, en donde tuve ocasión de participar en el séptimo Encuentro Mundial de las Familias y realizar, como Sucesor de Pedro, mi primera visita pastoral a esa Archidiócesis, que me ha acogido con gran afecto. 


Con el tema “La familia, el trabajo y la fiesta”, se ha llevado a cabo el encuentro con familias provenientes de los diversos continentes, unidas por la alegría de creer en Jesús. 


Este evento ha sido una elocuente epifanía de la familia, que se ha mostrado en la variedad de sus expresiones, así como en la unicidad de su idéntica sustancia: la de una comunidad de amor, fundada sobre el matrimonio y llamada a ser santuario de la vida, pequeña Iglesia, célula de la sociedad.
 

Desde Milán se ha lanzado al mundo un mensaje de esperanza, colmado de experiencias vividas. En efecto, es posible, aunque con esfuerzo, vivir el amor fiel, para siempre, abierto a la vida. Supliquemos a Dios que las familias participen fructuosamente en la misión de la Iglesia y en la construcción de la sociedad.

Saludo cordialmente a los preregrinos de lengua española, en particular a los grupos venidos de España, México, Costa Rica, Venezuela, Perú, Colombia y otros países latinoamericanos. 


Invito a todos a dar gracias al señor, que me ha concedido vivir esta inolvidable cita con las familias y para la familia. Oremos por todos los hogares cristianos, para que en ellos reine siempre el amor y la fidelidad”

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