domingo, 30 de julio de 2023

Relatos directos al corazón

 

“El tesoro escondido” de Rembrandt

Por lo general, quien desea hacer comprender ciertas cosas a otros procurando evitar malentendidos, se sirve del instrumento de los conceptos, razonamientos y explicaciones. Pero existe otro instrumento, quizá más inmediato que todos éstos, capaz de hacer comprender ciertas realidades yendo directo al corazón. Son las historietas, las metáforas, los relatos y cómo no, las parábolas. Éste es el caso del Señor Jesús a quien le gustaba recorrer y hacer recorrer la ruta de las parábolas para llegar derecho al corazón de aquella realidad que tan dentro del corazón tenía: la del Reino de Dios. No quería crear malentendidos al respecto: muy especialmente porque muchos se habían engañado a sí mismos, o habían sido inducidos a hacerlo, respecto a Él y su identidad. Y esto justo por querer razonar demasiado. Muchos habían perdido la cabeza, acusándole a Él de haberla perdido al oírle hablar de ciertas originalidades: es porque habían usado la cabeza para comprender. Para ir al corazón de las cosas, parece pues más lógico recorrer el camino del corazón.

Es lo que normalmente hacía Jesús el Señor inventando parábolas frescas y genuinas, pertinentes y sopesadas. Las historietas, y las parábolas lo son, van derechas al corazón: sobre todo si es el corazón simple como el de un niño capaz de asombrarse, y no el corazón esclerotizado de un adulto lleno de “déjà vu”, de “esto ya lo sabía”, y de “no dice nada de nuevo”.

Parábolas breves, a veces brevísimas, como las que Mateo recoge en su versión del evangelio; parábolas que trascienden el lindar de lo racional, cuyas señales sólo pueden ser leídas por el alma dotada, a partir de su entrada en el tiempo, como a  través de un decodificador potentísimo capaz de captar los signos que proceden del Eterno.

De hecho, la palabra “parábola”, en su acepción etimológica, significa justamente eso: una historieta, una imagen o un fotograma de vida, cuyo sentido va más allá de la materialidad de las palabras usadas para contarla.


Literariamente hablando, causa enseguida estupor y asombro después del suave inicio que las precede: “El Reino de los cielos se parece…” Es un inicio ligero que enseguida engancha al oyente, un inicio que no tiene nada de pesado o farragoso, como ocurre con ciertas predicaciones o sermones o adoctrinamientos catequísticos. Y lo oyen todos, pequeños y mayores, y todos gozan en el fondo de su alma. En nuestros modos hay algo, pues, que debemos revisar y retocar, incluso en los contenidos: para no acabar comunicando tan sólo verborreas pesadas y rebosantes de signos perceptibles únicamente por el intelecto. Dice un proverbio antiguo: “las palabras sirven para la mente, los gestos para el corazón, los silencios para el alma”.

Después de haber escuchado al Señor, difícilmente podemos rebatirle con nuestros “sí, pero…” o con “he entendido, pero…” Cuando Jesús habla del Reino de Dios parecido a “un tesoro escondido en un campo” o a una “piedra preciosa” o a “una red rebosante de peces” que lo recoge todo, el tesoro se encuentra casualmente. En cambio la perla es buscada adrede, y sobre la pesca dice que se hará una criba de todo lo recogido en la red al arrastre.  Ante todo esto, es difícil responder con un “no entiendo” o un “no me importa”. Cuando Jesús habla del Reino de Dios, no expresa una opinión, sino que lanza un programa de seguimiento bien preciso. Es como si dijese a cada uno: “Ya que has visto que mi Reino es la realidad más importante y más preciosa para la cual tú puedas vivir, saca las consecuencias” Y he aquí que del fondo del alma, sentirás una explosión de gozo y alegría, semejante a la que dice: “lo he entendido todo”.


Semana del 31 de julio al 6 de agosto

 


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas.

Lunes: A las 19:00 primer Aniversario de Carmen Zamar Rodríguez. A las 21:00 Misa por Carmen Dopazo Padín, Juan Trillo, Manuela Insua y difuntos de la familia.

Martes: Por Esperanza Esperón Camiña.

Miércoles: Obligaciones del Celebrante; Lola Portela y nieto Antonio.

Jueves: A Santa Lucía a intención de una devota.

Viernes: Al Sagrado Corazón de Jesús, un devoto.

Sábado: A las 10:30 primer Aniversario de Manolo García Barbeito. A las 11:30 primer Aniversario de Paco Cacabelos Vidal. A las 21:00 Misa por Néstor Moldes Limeres, Mercedes Oubiña Romay, José de Loyca y sus padres, Victoria Varela Pérez y esposo Fernández.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:00 por los difuntos de la familia García San Miguel.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Jueves: Por las intenciones de la Parroquia

Sábado: Por Juan Luis Otero Fernández, Manuel Suárez González, Eladio Soutullo, Manuel Otero Fernández y a la Virgen de Lourdes.

Domingo: Misa a las 11:00 por José Manuel Pérez Fernández, hijo Antonio y difuntos de la familia

domingo, 23 de julio de 2023

Convertirnos en buen grano hasta multiplicarnos

 


El problema fundamental de la parábola de la cizaña está resumido en la pregunta que los labriegos dirigen al amo del campo: ¿por qué hay cizaña mezclada con el buen grano? ¿Por qué existe el mal en el mundo? ¿Por qué los malvados prosperan junto a la buena gente permitiendo aparentemente Dios esta injusticia? (Mat. 13,24-43)

Según las expectativas de los judíos, con la venida del Mesías y la instauración del reino de Dios, los malvados habrían desaparecido de la faz de la tierra, junto con toda forma de pecado. Los primeros cristianos se hacen, pues, la pregunta: si Jesús ha traído la salvación ¿por qué aún hay mal en el mundo? ¿Por qué existe el pecado y los pecadores? La respuesta de la parábola es que es necesario esperar hasta el momento de la siega: sólo entonces la cizaña será eliminada definitivamente, quemada en el fuego.


El Reino de Dios ya está aquí y las palabras y las acciones de Jesús lo manifiestan claramente; pero apenas está germinando, como un pequeño grano de mostaza o un poco de levadura. Hace falta esperar con paciencia hasta el cumplimiento de las promesas de Dios. No hemos de dejarnos desconcertar por la aparente debilidad e insignificancia de las obras de Dios en el mundo: el resultado será ciertamente superior a toda expectativa. Tal como debieron experimentar los discípulos cuando el Señor, compadecido de la multitud hambrienta que le seguía, partió y e hizo distribuir y compartir los siete panes que llevaban hasta saciar a más de cuatro mil, sobrando aún siete cestas (Marcos 8,1-9) Sobre los apóstoles recae la responsabilidad de distribuirlos. Algo parecido a lo que aprendemos en una relectura eclesial de la parábola de la cizaña. Es un cambio de perspectiva, ya que el acento recae en la responsabilidad que los cristianos tenemos de obrar el bien; y sobre todo de guiar al mundo hacia el bien. La cizaña sintetiza entonces el comportamiento de los que dan escándalo y con ello empujan hacia el mal, mientras que el buen grano es el cristiano que ama a su prójimo llevándolo hacia el bien y ayudándole a corregir sus errores. No es posible alcanzar el premio del reino preocupándonos sólo de nuestra salvación personal. De la misma manera que no es posible despreocuparse del hambre de la multitud pensando únicamente en saciarnos con lo que nosotros llevamos. Lo que nosotros llevamos, hay que compartirlo con los demás. Nuestra salvación pasa por la salvación de los hermanos que encontramos en el camino y que podemos conducir al bien o al mal.


En la explicación de la parábola, se evoca un aspecto propio de nuestra vida humana que no está contemplado en la imagen originaria del grano y la cizaña. El buen grano no puede convertirse en cizaña ni la cizaña convertirse en buen grano; pero en nuestra vida la paciencia de Dios para con el mal y los malvados, unida al testimonio y al ejemplo de los cristianos, pueden obtener que aquello que ha sido sembrado en el mal pueda convertirse y dar buen fruto. Pero también es posible que el mal que hay a nuestro alrededor nos corrompa. La vigilancia pues es fundamental en el estilo de vida del creyente. Nosotros no sabemos qué pedir; pero el Espíritu Santo intercede por nosotros y viene en ayuda de nuestra debilidad. (Rom. 8,26-27) Es la vida nueva en la que hemos de caminar, sepultado el hombre viejo, tras la liberación de la esclavitud del pecado.  (Rom. 6,3-11)

Pero no sólo eso, sino que además de no dejarnos ahogar por la cizaña, ¡tan abundante!, hemos de conseguir que sea el buen trigo el que resulte tan seductor para la cizaña, que la arrastre hacia el bien. Si más no, a respetarlo y a reconocer la aportación del buen trigo a la construcción de una sociedad sana. Que nuestra conducta, como en los primeros tiempos del cristianismo, cause admiración en los hijos de la cizaña. El resto del camino hasta la fructificación queda en manos de Dios. 

Semana del 24 al 30 de julio

 


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas

Lunes: Por Maruja Durán Fernández y esposo José Dopazo.

Martes: Solemnidad del Apóstol Santiago, Patrono de España. Primera a las 9:00 por las intenciones del Celebrante. Segunda a las 12:00, en acción de gracias, una devota.

Miércoles: No habrá Misa.

Jueves: Por María del Carmen Domínguez Seijas. A la Virgen del Carmen, una devota.

Viernes: Por Jesús Méndez Becerra; Rafael Besada Limeres.

Sábado: A las 10:30 primer Aniversario de Clotilde Casal Rey. A las 21:00 Misa por Paco Cacabelos Vidal, Maruja Cacabelos Vidal; Antonio Bouzada Poceiro y esposa Pastora.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:00 por Iñigo Lapetra.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Martes: Solemnidad del Apóstol Santiago Patrono de España. Misa a las 11:00 por la Parroquia.

Jueves: Por Arturo Estévez Chan, esposa Justa e hija Milagros.

Sábado: Por Pepe de Santome.

Domingo: Misa a las 11:00 por Esperanza Salgueiro Castro.

domingo, 16 de julio de 2023

Sin Medida

 


Observando los tiempos en los que vivimos, tiempos recios, densos de grandes contradicciones, me doy cuenta con más fuerza que nunca de que es la vuelta a lo esencial lo que nos salva. 
“Lo esencial”, expresión de una pobreza radical que únicamente en las manos de Dios puede convertirse en descubrimiento de la mayor riqueza. Esencial que tiene aroma de inicios, que tiene el parecido con una semilla esparcida abundantemente sobre la tierra, custodiando anhelos y esperanzas para la vida del mundo.

Indiscutiblemente la protagonista de este domingo es la Palabra de Dios. Palabra de amor que Dios pronuncia sobre nosotros, sobre el mundo, sobre la historia y que acaricia como una brisa suave nuestra vida, tantas veces suspendida en el sufrimiento y en el “sin sentido” en el que parece hundirse la mejor de nuestras jornadas. Palabra eficaz q no vuelve al remitente, sin antes obrar aquello para lo que fue ideada y enviada. Palabra que lleva en sí el gemido de toda carne y de toda la creación entera, sedienta de vida, de libertad, de plenitud, de Dios. Palabra que realiza lo que promete, porque Dios es fiel siempre a sus promesas.
 
En la vida de cada uno de nosotros, aunque la rechacemos, aunque no nos demos cuenta, aunque quizá nos sintamos aplastados por nuestra superficialidad, está obrando la Palabra de Dios que como fecunda semilla, visita nuestra tierra.
 
De todo esto nos habla el evangelio a través de una parábola.  Un texto que aunque conocido de sobras, no podemos tratar como si fuese una historieta de las que conocemos el final.


En el centro de la parábola de hoy no encontramos al sembrador y ni siquiera el terreno. En el centro de todo está la semilla, es decir la Palabra, y de hecho las cuatro situaciones que el evangelio describe, cuentan los destinos diversos a los que se ve abocada la única semilla: el anuncio de la Palabra.
El relato (Mt 13,1-23) describe una siembra verdaderamente sobreabundante, exagerada, casi un “derroche”. La exageración y la gratuidad del sembrador que derrocha la semilla entre zarzas, piedras y camino no está orientada a la ganancia o al lucro, no hace categorías o preferencias entre terrenos: todo habla de Dios, de su amor loco y desbordante, que se da sin medida, indistintamente, hasta el derroche. El evangelio está lleno de derroche, ama el derroche “por la vida” porque éste muestra el rostro de Dios: un Dios sembrador de vida a manos llenas, sin cálculos…
 
Hay que decir que también en la misma siembra son posibles éxitos diversos y contrapuestos. Nosotros anhelaríamos una victoria triunfante de la semilla, una presencia visible y dominante del germen de la Palabra que se hace camino en la tierra estéril. Y en cambio no. Continuamente experimentamos como en nuestro corazón conviven espacios de acogida y de superficialidad, situaciones de asfixia debido a tantas, demasiadas preocupaciones del mundo; y horizontes inéditos, al límite de la confianza y la esperanza que palpitan en Dios.


¡Me gusta imaginar la cara de los discípulos cuando a propósito de la semilla caída en tierra buena oyen hablar de una cosecha en términos de 100, 60, 30 sacos! La proporción obviamente es altísima, desmesurada, inverosímil, considerando los escasos medios de Palestina en aquellos tiempos de Jesús. ¡Que exageración! ¿Cómo es posible una cosecha tan abundante?     Las leyes de la naturaleza son superadas, son dejadas de lado para ceder el paso a una nueva ley: la del amor que se adelanta a darlo todo a fondo perdido, sin esperar nada a cambio: que es exageradamente, incomprensiblemente divino.

Es la justicia divina que espera que nuestra justicia humana sobrepase la de los escribas y fariseos, que supere los preceptos pormenorizados y de corta mira del cumplimiento observante de la ley, y entre en la dinámica del amor fraterno que es exigencia del sacrificio de Cristo que murió por los enemigos y que nos exige vivir reconciliados con todo el mundo (Mt 5,20-24). La unanimidad en el amor es además condición para la oración comunitaria (1 Pe 3,8-15) Ése es el atrio de la libertad gloriosa de los hijos de Dios. (Rom. 8, 18-23).

Semana del 17 al 23 de julio.


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas.

Lunes: Por Carmen Cacabelos Garrido; José Antonio Fontán, hermano Moncho y sus padres; Dolores García Dopazo y esposo José Conde.

Martes: Por José Méndez Torres; Manuel y Tucho Valladares Fernández.

Miércoles: Por Ángel Manuel Santamaría Domínguez; Modesto Lobato Outón.

Jueves: No habrá Misa.

Viernes: Por Julio, Manuela y difuntos de la familia.

Sábado: Por Luis Bouzada Afonso a intención de la cofradía del Carmen, Feliciano Blanco Vidal; Antonio Arosa Iglesias; Cándido Padín, esposa, hija Elisa y difuntos de la familia.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:00 por Etelvino Dopazo.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Viernes: A las 19:00 horas primer Aniversario de Francisco Javier Pérez Rey.

Sábado: Por María Lourdes García Lázaro y esposo Manuel; María Luisa González Fernández y difuntos de la familia; Peregrina Vilar Moldes y difuntos de casa; Elisa do Reiniño; Manuel Vidal Dadín, Cándido Fernando Oubiña Radío, do Freixo; Pastora Padín Camaño.

Domingo: Misa a las 11:00 por Manuel Salgueiro Álvarez y difuntos de la familia; Carmen García Méndez, de Rouxique; Elisa Martínez Torres.

domingo, 9 de julio de 2023

Los dóciles viven confiados sin temor

 


El relato evangélico del 14º Domingo del Tiempo Ordinario  nos muestra la invitación que Jesús hace a seguirle e imitar su corazón dulce y humilde (Mt. 11,25-30) si uno quiere ser aliviado del cansancio de la vida, en el otro. Siempre frente a las palabras del Señor y a su anuncio, las personas se dividen en dos grupos: quien lo escucha y quien no.

Jesús no utiliza jamás categorías sociales o económicas, sino categorías espirituales. Los que se sienten más inclinados a acogerlo, no son tanto los que tienen dinero, poder o instrucción; los sabios que lo rechazan no sólo son los ricos y los de posición elevada, sino también los de condición humilde. Es capaz de acoger el mensaje del Señor el que es dócil de corazón, quien se abre al don y conserva capacidad de asombro, quien sabe que la vida no es una propiedad nuestra, sino un don de Dios. 

Al contrario, quien está lleno de sí mismo, quien se apoya en lo que tiene, en lo que es o en lo que sabe, no tiene capacidad para acogerlo. Mientras nosotros estamos inclinados a mirar a los hombres con afán estadístico, Jesucristo mira a la humanidad con los ojos de Dios: mira al corazón. Es capaz de descubrir quién tiene plena confianza en Dios y quién, a pesar de mostrarse como una persona plenamente religiosa, finge. 


Lo que Jesús nos quiere enseñar respecto a Dios, es que su ley no sirve para nada si no es vista como respuesta al amor que nos ha creado. Acoger el Evangelio, ser sensible a la Buena Nueva, sólo es posible a través de la conversión del corazón. Los signos que Jesús hace (su predicación, sus milagros…) buscan que nuestro corazón sea humilde y dócil, capaz de reconocer que todo nos viene de Dios. Sólo esta clase de pobres puede ser feliz. El premio a esta actitud del corazón es vivir confiados y sin temor. 

Es lo que se nos explica en el capítulo 8º de la Epístola a los Romanos: la muerte y la resurrección de Cristo ha liberado a los hombres del poder de la carne, es decir de la humanidad sujeta al pecado que tiene miedo de confiar totalmente en Dios; y nos ha puesto bajo el poder del Espíritu. Si acogemos esta liberación y hacemos que produzca frutos en nuestra vida, dejando de ser egoístas y viviendo como Él ha vivido con ayuda del Espíritu, seremos felices en esta vida y en la gloria que un día se nos revelará: ése será nuestro rescate final. 

Y Jesús nos demuestra que es posible vivir así: que este maravilloso nivel de vida espiritual no es cosa de ángeles, sino de hombres.

Semana del 10 al 16 de julio

 


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas. Hasta el sábado continuamos con la novena a la Virgen del Carmen. Sobre las 20:45 Rosario, Novena y Misa.

Lunes: Obligaciones del Celebrante

Martes: Por Julio, Manuela y difuntos de la familia. A San Benito, por la Parroquia.

Miércoles: Por la Conversión y Santificación de la Parroquia.

Jueves: Por las Vocaciones a la Vida Sacerdotal y Religiosa.

Viernes: Por todos los devotos de la Virgen del Carmen.

Sábado: Por Esperanza Varela Minguillo, hijos Carmen y José. Luis Limeres Outón, hijo Luis y difuntos de la familia. Carmen Radio Dadín y esposo Juan Poceiro.

Domingo: Primera a las 9:00 por Marcelina Domínguez Varela y difuntos de la familia. Segunda a las 13:00 Solemne a la Virgen del Carmen por la Parroquia.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas. Hasta el sábado continuamos con la Novena a la Virgen del Carmen. Sobre las 19:45 Rosario, Novena y Eucaristía.

Lunes: Obligaciones del Celebrantes

Martes: A San Benito, por la Parroquia.

Miércoles: Por los enfermos y ancianos de la Parroquia.

Jueves: Por Montserrat Gómez y esposo Juan. Wenceslao Méndez Muñiz y esposa María Méndez Torres, de Lagarey.

Viernes: Por la Conversión y Santificación de la Parroquia.

Sábado: A las 10:30 primer Aniversario de Divina Pastora Méndez Padín. A las 20:00 Misa por Ricardo Tilve Varela. Carmen Grande, de Rouxique.

Domingo: Misa a las 11:00 en la Iglesia. Por María Esther Troncoso Poceiro, fallecida en Uruguai y hermana Carmen. Después de la misa salida de la imagen al lugar de la fiesta. A las 19:00 Misa en dicho lugar.

domingo, 2 de julio de 2023

Seguir a Cristo es aceptar la Cruz

 



San Pablo en su “Carta a los Romanos” no describe únicamente un rito sacramental: los gestos del rito son signo e iniciación a un estado de existencia bautismal. El cristiano prolonga, en cada momento de su vida, el significado y la realidad del bautismo, en el dinamismo pascual de muerte-resurrección. Morimos en cada momento, al pecado, al egoísmo, a la carne, al hombre viejo, para resurgir a la vida nueva de amor y gracia, al Espíritu, al hombre nuevo. En la base de la existencia cristiana existe pues una tensión dialéctica, un conflicto entre el sí a las exigencias de la gracia, a las continuas llamadas del Espíritu, y un no a las seducciones de la carne, al peso del egoísmo y la pereza. Y todo esto es cruz. Tomar la cruz, obrar dolorosos alejamientos, perder la propia vida son sinónimos de muerte al pecado y de apertura a las llamadas de la gracia. El cristianismo pascual no es sinónimo de facilidad o de fuga del sufrimiento. El esplendor de la mañana de Pascua está siempre precedido de las tinieblas del Viernes Santo. 

Para seguir a Jesucristo es necesario pasar inevitablemente por la senda estrecha. Pero únicamente recorriendo este camino se llega a la vida, de igual manera que sólo quien habrá perdido su vida por Cristo la reencontrará. Y así como la aceptación de la cruz es condición necesaria para seguir al Señor, así el acoger a los otros con generosa hospitalidad es signo de fidelidad al mandamiento nuevo del amor fraterno sin fronteras. No sólo la acogida al compañero, al familiar o al amigo – ¿los paganos no hacen lo mismo?- sino la acogida al forastero, al alejado, al pobre, a aquel que no puede recompensarte. Una acogida que invita a la renuncia, a la disponibilidad, a la gratuidad, porque descubre en el huésped, en el forastero, en el pobre al Divino Forastero que no tiene una piedra donde reposar la cabeza. En el hambriento, en el peregrino, en el desnudo, en el enfermo o prisionero está siempre Jesús que llama a la puerta del cristiano y pide hospitalidad y ayuda. 

Pero el don de la acogida y la escucha se manifiestan y nos interpelan también en otras situaciones: en la atención al otro, en la capacidad de diálogo, en el esfuerzo por comprender las razones del otro. Es una actitud, una disposición de fondo que sabe acoger sin espíritu hipercrítico, sin ánimo desconfiado sino más bien con atención y amor. 

Pablo VI en el atentado de Manila

En esta actitud y a la vez firmeza del amor, quiero recordar en este domingo las esperanzadoras palabras del beato papa Pablo VI en su viaje a Manila en noviembre de 1970 y que deberían seguir  resonando hoy en el corazón de toda la Iglesia: 


“¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio! Para esto me ha enviado el mismo Cristo. Yo soy apóstol y testigo. Cuanto más lejana está la meta, cuanto más difícil es el mandato, con tanta mayor vehemencia nos apremia el amor. Debo predicar su nombre: Jesucristo es el Mesías, el Hijo de Dios vivo; él es quien nos ha revelado al Dios invisible, él es el primogénito de toda criatura, y todo se mantiene en él. Él es también el maestro y redentor de los hombres; él nació, murió y resucitó por nosotros.

Él es el centro de la historia y del universo; él nos conoce y nos ama, compañero y amigo de nuestra vida, hombre de dolor y de esperanza; él, ciertamente, vendrá de nuevo y será finalmente nuestro juez y también, como esperamos, nuestra plenitud de vida y nuestra felicidad.

Yo nunca me cansaría de hablar de él; él es la luz, la verdad, más aún, el camino, y la verdad, y la vida; él es el pan y la fuente de agua viva, que satisface nuestra hambre y nuestra sed; él es nuestro pastor, nuestro guía, nuestro ejemplo, nuestro consuelo, nuestro hermano. Él, como nosotros y más que nosotros, fue pequeño, pobre, humillado, sujeto al trabajo, oprimido, paciente. Por nosotros habló, obró milagros, instituyó el nuevo reino en el que los pobres son bienaventurados, en el que la paz es el principio de la convivencia, en el que los limpios de corazón y los que lloran son ensalzados y consolados, en el que los que tienen hambre de justicia son saciados, en el que los pecadores pueden alcanzar el perdón, en el que todos son hermanos.

Éste es Jesucristo, de quien ya habéis oído hablar, al cual muchos de vosotros ya pertenecéis, por vuestra condición de cristianos. A vosotros, pues, cristianos, os repito su nombre, a todos lo anuncio: Cristo Jesús es el principio y el fin, el alfa y la omega, el rey del nuevo mundo, la arcana y suprema razón de la historia humana y de nuestro destino; él es el mediador, a manera de puente, entre la tierra y el cielo; él es el Hijo del hombre por antonomasia, porque es el Hijo de Dios, eterno, infinito, y el Hijo de María, bendita entre todas las mujeres, su madre según la carne; nuestra madre por la comunión con el Espíritu del cuerpo místico.

¡Jesucristo! Recordadlo: él es el objeto perenne de nuestra predicación; nuestro anhelo es que su nombre resuene hasta los confines de la tierra y por los siglos de los siglos.”  


(Pablo VI)

Semana del 3 al 9 de julio.

 

Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas.

Lunes: No habrá Misa.

Martes: No habrá Misa.

Miércoles: No habrá Misa.

Jueves: Por Amalia Rodiño Domínguez y José Brea Bouzas.

Viernes: Comienza la Novena a la Virgen del Carmen. Sobre las 20:45 Rosario, Novena y Misa. Por Carmen Dopazo Padín; José Salgueiro Álvarez y difuntos de la familia.

Sábado: A las 12:30 Misa a San Cristóbal en los Pasales. A las 20:45 Rosario, Novena y Eucaristía. Por Santos José Álvarez Bea.

Domingo: Primera a las 9:00  por la Parroquia. Con la Novena. Segunda a las 12:00 a la Virgen del Carmen a intención de un devoto.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: A las 13:00 Acto de Cofrades.

Jueves: Por Tito González Torres, de Rouxique y difuntos de la familia.

Viernes: Comienza la Novena a la Virgen del Carmen. Sobre las 19:45 Rosario, Novena y Misa. Por los Participantes.

Sábado: Rosario, Novena, Misa por: Valentina Leiro Méndez, Alfredo Lores Lores e hija María Esther, de Piñeiros.

Domingo: Misa  a las 11:00 por la Parroquia.