domingo, 30 de octubre de 2022

Jesús se queda en casa de Zaqueo

 


Seguramente se lo había dicho más de uno: ¡Zaqueo, cálmate un poco y corta el rollo!Se lo habían cantado sus amigos, pocos y más interesados en su dinero que en su comportamiento. Si continúas así, antes o después, alguien de aquellos a los que estrangulas perderá la cabeza y te las hará pagar. Se lo habrían reprochado sus víctimas, tantas y tan exasperadas. ¡Nos quieres hundir, pero estate atento: antes te arruinamos nosotros y que después pase lo que tenga que pasar! A él, esta vez, se le ha metido entre ceja y ceja el ver a Jesús. Pone toda su buena voluntad: no se deja desanimar por los obstáculos y no se vendrá abajo hasta que concluya la empresa. Él, el recalcitrante tramposo de Jericó, esta vez desafía al ridículo con tal que pueda ver quién es ese Jesús. Como alguien que debe hacer la mudanza, se ha quitado el manto y lo cuelga al salir de casa. Zaqueo se despoja de la propia respetabilidad y la cuelga en las narices de la gente. Lo ha decidido: pasará de las bromas y de los chistes que harán sobre él. Todo por verle. Cara a cara: lástima que no se imagine el resto.


Aquel hombre pasa y lo desenmascara, lo atrapa como hacen los sabuesos con la presa, lo saca fuera de la muchedumbre: ¡Baja de prisa! Lo saca del nido como un pájaro entre el ramaje: ¡Baja de prisa! ¿Deseas conocerlo? ¡Qué va! Esta vez aquel Caminante taciturno quiere más: ¡Hoy debo hospedarme en tu casa! Lo nunca visto antes: la urgencia de las cosas que hay que hacer lo antes posible. Zaqueo, conviene que entre pronto en tu casa. Te conviene a ti: Dios te está buscando. Dios te ha atrapado. No te lo pierdas; si no, estarás perdido. Veloz, ábreme la puerta: conviene que yo entre en esa casa desordenada Esta vez Cristo tiene prisa: también Dios tiene prisa. Sin embargo nos han enseñado que Dios es paciente: puede esperar años y años, incluso milenios. Por otra parte su calendario no coincide con el nuestro. Pero cuando ve que la salvación está madura, entonces tiene una prisa terrible, casi incómoda para el destinatario de aquella orden de busca y captura de parte del Cielo. Imposible esconderse más allá de un abrir y cerrar de ojos. Entonces baja; bueno, más bien se precipita desde el árbol.


Los dos marchan, entre el escándalo general de la muchedumbre: de vez en cuando Dios debería calmarse, sus provocaciones parecen ocasionar un disgusto generalizado. Por otra parte Zaqueo está estupefacto por lo que le está sucediendo: desde siempre la Escritura atestigua que podemos saber dónde hemos encontrado a Cristo, podemos incluso recordar la hora -las cuatro de la tarde de Juan y Andrés-; pero después del encuentro no se sabe bien dónde vamos a parar. La gente no comprende: tampoco esta vez la multitud de corazón endurecido y de fatigada imaginación entiende. Se escandaliza. Cuando no comprende, gritos de escándalo, también respecto a Cristo: Todos murmuraban entre ellos y decían: se ha ido a alojar con un pecador. Tienen razón: malditos tramposos, junto al daño el escarnio. Parece claro. Si se hubiese hospedado en mi casa hubiera sido mejor: una casa honrada, digna de acogerlo. Nos queda el hecho extraño y molesto: en casa de Zaqueo ha venido la salvación. La casa del jefe de agenciados de la aduana, probablemente un ladrón, se ha convertido en una iglesia. Y nosotros murmuramos en el exterior. En vez de quitarnos el sombrero y arrodillarnos.

Zaqueo está ocupado, quizás pensativo: el sermón sólo espera un momento.
Pero ahora llegará: paciencia. Aquí dentro, lejos del gentío, cualquier cosa que diga será insoportable. En cambio el tiempo pasa y el Maestro no dice nada, no pide nada. No habla, no reprocha, no pregunta. Entonces Zaqueo decide. Si no habla Él, lo haré yo. Porque es justo que así sea: He aquí que la mitad de mis bienes, Señor, la doy a los pobres y si a alguien he defraudado le restituiré cuatro veces más. Un legado que se ejecuta sin dilación. ¡Stop, Zaqueo! Párate: hoy la salvación ha entrado en esta casa. Cristo pasaba con prisa por Jericó: había que levantar a un hombre que había caído demasiado en alto. Y Cristo se ha jugado el tipo: por la enésima vez. Y no será la última.

Semana del 31 de octubre al 6 de noviembre.

 

Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: Por Carmen Varela Méndez. A la Virgen de las Cabezas a intención de una devota.

Martes: Solemnidad de Todos los Santos. Primera a las 9:00 por todos los difuntos. A las 17:00 visita a los cementerios, si no lleve. A las 17:30 Misa por todos los difuntos.

Miércoles: Conmemoración de todos los fieles difuntos. Misa por todos los difuntos.

Jueves: Comienza la Novena de Ánimas. A las 17:45 Rosario, Novena y Misa. Durante la Novena no hay intenciones particulares, se aplica por todos los difuntos. Espero que seamos agradecidos con nuestros difuntos participando en la novena.

Viernes: Rosario, Novena y Eucaristía por todos los difuntos.

Sábado: Rosario, Novena y Eucaristía.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Novena. Segunda a las 12:30 por las obligaciones del Celebrante.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Hasta el viernes continuamos con la Novena de Ánimas. A las 18:45 Rosario, Novena y Eucaristía por todos los difuntos.

Martes: Solemnidad de Todos los Santos. Primera a las 11:00 por todos los difuntos, y después visita a los cementerios. Segunda a las 19:00 por todos los difuntos.

Sábado: A las 10:00 Acto general de Ánimas. A las 19:00 Misa por Manuel Suárez González, Carmen Domínguez Portela, Ana Sampedro Magdalena, Peregrina Méndez Torres, da Salgueira.

Domingo: Primera a las 10:30 por la Parroquia. Segunda a las 11:30.

domingo, 23 de octubre de 2022

¡Que guapo soy! ¿Verdad, Señor?

 


Nada que decir: seguramente es un buen tipo, eso sí, con un exceso de autoestima: te doy gracias porque no soy como los otros hombres: ladrones, injustos, adúlteros y como este publicano. Fantástico: ¡cuán fácil es subir al cielo aupándose en los hombros de los demás! Pero no sólo eso: ayuno dos veces por semana (cuando la ley exigía únicamente una) y pago el diezmo de cuanto poseo. Obediente, disciplinado, políticamente correcto; pero también arrogante y presuntuoso frente a la fascinación de la bondad de Dios. Al fin y al cabo no todo en él es malo: es importante y hermoso, en fin de cuentas, saberse diferente frente a los tramposos de la historia. No tiene todos los males, sino uno solo: cree de manera desconsiderada en su propia justicia. Y un día -sólo pensar en ese día me angustio- se le desmontará todo aquello por lo que se ha afanado: para él es imposible imaginar que la salvación sea un don; está convencido de que se ha de considerar como la consecuencia de la estatura de hombre. Punto y aparte. Siempre en pie: lástima que permanezca en pie a pesar de tener una idea sesgada de aquel Dios con el que está negociando la salvación.

 
Porque él no es un publicano cualquiera: los demás sí que son unos sinvergüenzas, estúpidos chantajistas, estafadores reconocidos. Sólo basta preguntárselo, no hace falta fantasear: Oh Dios, ten piedad de mí, que soy un pecador. Ni siquiera podía levantar la mirada, encorvado allí al final de la nave del templo. Él, siervo al servicio de los romanos, perteneciente a la raza infame de prostitutas, adúlteros y paganos, no puede hablar. Habla su historia en vez de él: sabe que no puede pretender nada de Dios, y que depende eternamente de su eterna Misericordia. Percibe estar en la cresta de la historia, de su historia: Ten piedad de mi, pecador.
 


Parece haber advertido la reverberación que resuena en aquella nave: por una parte la canción de cuna del fariseo (soy bueno, disciplinado, obediente, cumplidor) y por otra la endecha, triste lamentela pero afectuosa y sincera, del publicano. Tú (Dios) eres grande y misericordioso -una alternancia de pronombres, una sucesión de actitudes, una mezcla de perspectivas. Por una parte la inutilidad de Dios, por la otra la exigencia misma de Dios: porque dentro de aquel templo, la única salvación procurada es aquella que se obtiene invocando a Quien es Misericordia. Quizás incomprensible pero siempre como adeudo de gracia. Como el más hermoso retrato del cristiano: el hombre de la férrea memoria. Porque si no recuerdas de dónde vienes, con dificultad decidirás adónde quieres ir. Y eso y sólo eso es el cristianismo: recordar lo que Dios ha hecho por mí y saber que no puedo vivir como antes. Si no recuerdas lo que Dios ha hecho por ti, el cristianismo se convierte en la mayor farsa de la historia, una de las más inexplicables formas de masoquismo. No aguantará el latido de las más cotidianas historias de amor. Y acabarás diciendo: me comporto así porque quiero mucho a Dios. Olvidando lo más radical: que sea cual sea el caos en el que vives, ése es el punto de partida del regreso hacia Él. Todo lo demás es de relleno. La distinción es muy simple: Dios te busca y te encuentra siempre. No te lo pierdas; si no, estás perdido. Con la paz del publicano aún vestido de humilde pertenencia.

Semana del 24 al 30 de octubre.

 


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00.

Lunes: Por Valentín Padín Camaño y Dolores Arosa Méndez.

Martes: No habrá Misa. A las 17:00 Confesiones para todos los niños y mayores que deseen hacerlo.

Miércoles: Por Delvina Outón Tarelo y difuntos de la familia.

Jueves: A las 18:00 primer Aniversario de Manuel Limeres Pérez. A las 20:00 Misa por las obligaciones del Celebrante y por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa.

Viernes: A las 18:00 primer Aniversario de Victoria Moraña Vieitez. A las 20:00 Misa por Josefina Agraso Ramos y esposo Manuel Arosa; Marcos Vidal da Silva y difuntos de la familia.

Sábado: Por Paco Cacabelos Vidal, Carmen Zamar Rodríguez, Clotilde Casal Rey y esposo Avelino, Antonio Bouzada Poceiro y esposa Pastora y Lola Méndez Arosa.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 en acción de gracias.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.

Martes: Por Luis García Vidal, padres y hermanos. A las 19:30 reunión de catequistas.

Jueves: Comienza la Novena de Ánimas. Durante la novena no hay intenciones particulares, excepto el domingo que se aplica la segunda por la novena.

Domingo: Primera a las 10:30 por Elisa Martínez Torres, Cándido Carballa y difuntos de la familia, Manuel Castro Blanco; a San Judas, una devota. Segunda a las 11:30 por la novena.

domingo, 16 de octubre de 2022

Mujer, ¿Por qué eres tan pesada?

 


Como la más cabezona entre los clientes, con la fuerza testaruda y atávica que es propia de quien nace mujer. Una historia de ordinaria administración injusta de la cosa más justa que debiera haber, el debido ejercicio de la justicia: dar a cada cual lo que le corresponde. Ella necesita, él no la necesita. Quizás ya en aquel tiempo existía acepción entre clientes que se pueden permitir un abogado y clientes que no, cuyo nombre acaba inexorablemente por pudrirse entre las carpetas amontonadas en los tribunales de los hombres. Y sin embargo ella no cede: la fuerza de quien se siente con el agua al cuello es de proporciones inauditas, la insistencia motivada del pobre, es algo insoportable a los ojos del rico: Hazme justicia contra mi adversario es el grito que la mujer repite como si de una letanía salvífica se tratase. Ella no suelta la presa: está pidiendo sencillamente lo que le corresponde, ni una pizca más. Él vacila y ella da la estocada, convencida de una operación que en la Escritura es causa de la verdadera salvación: la criatura no obtiene nunca lo que pide, pero arranca a Dios solamente aquello en lo que cree. Esta vez la estocada es decisiva: Aunque no temo a Dios (…) le haré justicia para que no venga continuamente a inoportunarme.


La ganadora será la mujer, no la fémina en carne y hueso, sino la femineidad de su fe: que desmonta los incumplimientos del juez, que sobrepasa la molestia de los tribunales, que no se detiene ante el avance de la injusticia. Ella está convencida de lo que cree: y en resumidas cuentas es lo que le basta. Y que le anticipa el derecho de poder importunar a quien piensa que domina las riendas de la justicia. El Evangelio nos pone ante la parábola de la mujer testaruda para inculcarnos que es preciso orar siempre sin desfallecer. ¿Os pensáis acaso que Dios va a comportarse con vosotros con la indiferencia del juez de la parábola? En absoluto, porque si nuestras oraciones están encaminadas al bien, Dios está de nuestra parte. Basta que seamos tan insistentes en la oración como la viuda.

André-Marie Ampère & beato Federico Ozanam

Con el alegato de la amarga reflexión de Jesús el Señor: ¿aún habrá quien a pesar de la gran multitud de decepciones y de desmentidos continuará llamando a la puerta de Dios incluso cuando éste parece callar? ¡Cuántas veces la gente reza y tiene la sensación de que la plegaria no cambia las cosas! Porque el ánimo está prisionero de la lamentación, sofocado por la cólera, enfangado en el desdén. Y así nacen oraciones de corta mirada, oraciones que zarpan sin convicción, vuelos abreviados ya de partida. Para eso sirve el insistir: no para Dios, sino para nosotros.



Cuentan que un día, el beato Federico Ozanam, el fundador de las Conferencias de San Vicente de Paul, entró en una iglesia y después de un rato allí, adivinó entre penumbras la silueta de una persona encorvada entre los viejos bancos. Lo conocía: era el gran físico y matemático André –Marie Ampère. Al salir de la iglesia lo esperó y le preguntó si era posible ser un genio tan grande como él y rezar aún. Y él, que había viajado hasta los límites del electromagnetismo y la electrodinámica, que había sobrepasado los lindes de lo inexplorable, que era venerado en las aulas universitarias, le replicó con una respuesta a la altura de su gran genialidad: Yo soy grande únicamente cuando rezo.
 
La fe como una cuestión de manos tendidas y sostenidas dirigidas hacia el cielo. Dios no rehúye sus responsabilidades, pero al hombre le es exigida la humildad de la invocación. Reteniendo el eco de una frase: Sin Mí, nada podéis hacer. (Jn. 15,5). Como recordatorio para no olvidar.

Semana del 17 al 23 de octubre.

 

Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: Por José Torres Padín y difuntos de la familia.

Martes: Por Antonio Insua Camaño y su hijo Antonio.

Miércoles: Por Julia Curras Torres. Modesto Lobato Outón.

Jueves: Por María Esther Soutullo Limeres. José María Blanco Velázquez y difuntos de la familia. A las 20:30 reunión de catequistas.

Viernes: No habrá Misa.

Sábado: Por Manuel García Conde; al Sagrado Corazón de Jesús y Ánimas a intención de Mucha Touriño. Modesto Sanmartín Arosa y difuntos de la familia.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 por Etelvino Dopazo Lores, María del Carmen López González y esposo; Teodina Salgueiro González y su hijo Manolo.

Ha comenzado la catequesis, los niños tienen que estar a las 11:45 en el grupo correspondiente para comenzar a tiempo. Los padres que traen a los niños deben participar en la Misa.

El día 25 celebramos el día Mundial de la propagación de la fe, conocido como el Domund. Seamos generosos con los que nada tienen.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.

Martes: Por María Lucinda González Suárez, María Victoria González Outón, Manuel Carballa González.

Jueves: Por Pastora Padín Camaño. Pastora Camiña Torres.

Sábado: A las 11:30 primer Aniversario de Manuel Salgueiro Álvarez. A las 19:00 Misa por Carmen a Marquesa, Francisco Manuel Domínguez Freile; Elier Vázquez González; Juan Camiña Lamelas y esposa Carmen, da Bruñeira, Servando Cacabelos Domínguez, Manuel Caneda Otero e hijo Manuel, da Costiña.

Domingo: Primera a las 10:30 por José Martínez Troncoso y su padre José Manuel Martínez Carballa, da Vichona, Carmen Salgueiro Torres y esposo Edelmiro; Josefa Bouzada Poceiro y esposo Manuel Prieto Tacón. Segunda a las 11:30 por la Parroquia.

domingo, 9 de octubre de 2022

Nueve y uno

 


Un porcentaje en sintonía con los tiempos que corren: uno de diez. Que al fin y al cabo, pensándolo bien -más allá de lo poco de matemáticas que sé- deja algo sin resolver. Es cierto que el punto de partida fue igual para todos: ser leproso significaba ser la periferia de lo humano, la franja molesta y pesada de la humanidad, incluso de aquella que iba a ser alcanzada por los pies de Cristo. Él camina y ellos mendigan un poco de atención: Jesús, Maestro, ten piedad de nosotros. Que no está mal como petición: es la humilde pertenencia de quien dice sin Ti estamos perdidos, sálvanos, Maestro. Aquel Maestro que, lejos de querer aparecer como un factótum de lo humano, los envía al sacerdote a curarse. No es desinterés, ni siquiera un anticipo de lo que el genio de Pilatos hará con Él. Es simplemente el respeto de una tradición que reinaba en aquel tiempo: sólo un sacerdote puede testificar tu curación, por eso vete a él. Quién sabe qué sentimientos les causó aquella respuesta: ¿desolación, melancolía, amarga sensación de no ser nada ante Sus ojos? Los manda porque todo recorrido de fe es un camino, es un partir a ultranza, es fiarse que algo cambia, que algo ya está cambiando. Que la lepra ya ha comenzado a desaparecer con sólo descansar su mirada sobre ellos: hace falta fe para ponerse en camino, convencidos de que algo acontecerá. Como aquella niña de un pueblecito de la comarca de la Segarra en el interior de la provincia de Lérida: un día los payeses, en medio del bochorno veraniego, fueron a la iglesia para elevar sus rogativas pidiendo la lluvia. Únicamente ella se presentó en el templo con el paraguas en la mano, en pleno agosto: la única que estaba convencida de que Dios les iba a conceder la lluvia.

FE

La niña y los leprosos: mientras iban fueron purificados. Dios no pasa, no desea rehuir de sus responsabilidades, sus oídos no son oídos de mercader ambulante y de charlatán, sino de un enamorado desmemoriado, sensible al más insignificante movimiento de una hoja a lo largo del sendero caminado por el amante. Aquel sendero donde, ajeno a todo, se ha producido el milagro de la sanación: no uno entre diez, no tres entre diez, sino diez entre diez. Las victorias de Cristo sobre la muerte son aplastantes, las únicas humillaciones que no admiten replica alguna, demostraciones intachables de que nada se puede contra el Cielo.

El 100%: y como respuesta el 10%: uno de ellos viéndose curado volvió atrás alabando a Dios con grandes voces… para darle gracias. ¿Y los otros? También Cristo se lo pregunta: el Nazareno no hace milagros para ser alabado, y es que más allá de la curación les había preparado la salvación. Y a cambio, nada. Desaparecidos en la euforia de su felicidad: con la panza llena, cada uno volvió a los viejos oficios de otro tiempo. Quien era ladrón continuó robando. Quien bebía, volvió a la taberna. Quien pecaba de lujuria volvió a retozar en las alcobas, volviéndose quizás peor que antes. Quien negociaba, volvió a las mercancías de la ciudad. Volvieron al mismo punto desde donde la lepra les había alejado: y para el agradecimiento, ni el más mínimo pensamiento.



Desapareció la lepra, pero la piel quedó reseca y envejecida: sólo la del samaritano -el último del que te lo podías esperar- sale rejuvenecida. Y en este porcentaje está el verdadero pecado: uno entre diez. No que se cura, sino que sabe agradecer, que vuelve sobre sus pasos para estrechar una mano, para cruzar una mirada, para volver a iluminar una memoria que parecía perdida. Porque decir gracias, después de todo, es como decir sin Ti aún sería un leproso, has obrado un cambio en mí, has destruido mi enfermedad. De hecho en los Evangelios nadie es tan rico como para no permitirse la fuerza de un gracias. Quizás pronunciado al final, quizás como apéndice de una historia maldita, quizás susurrado entre los intervalos de una herida espeluznante. Allí donde sea, hay algo que nos hace sospechar que también Cristo sabe apreciarlo. No porque quiera sentirse importante sino simplemente porque más allá de la curación también querría ofrecer la salvación. Diez han recibido un don, uno ha correspondido. Quizás está bien que sea así porque la fe se alza como respuesta del hombre al eterno cortejo de Dios.

Semana del 10 al 16 de octubre

 


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: Por los hermanos Prieto Pillado y Manuel Conde Vidal. Modesta Camiña Dopazo, hija Juanita y yerno Pepe.

Martes: Por Maruja Seijas, madre Elisa y esposo José Vallejo.

Miércoles: Festividad de la Virgen del Pilar. Misa por las obligaciones del celebrante y por los participantes.

Jueves: Por Nélida Blanco Dopazo. Elisa Arosa Méndez y esposo. A las 20:30 Reunión de Catequistas.

Viernes: Por Elías Torres Vidal y sus padres. Rosa Cacabelos Rey, esposo y difuntos de la familia.

Sábado: A las 10:30 primer Aniversario de José Luis Conde Prieto. A las 20:00 Misa por Victoria Pérez Rial.

Domingo: Primera a las 9:00 por la parroquia. Segunda a las 12:30 por Ángel Dopazo Castro y esposa Dolores Dadín. Se ruega a los padres que sean diligentes en enviar a los niños a la catequesis.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.

Martes: A las 18:00 primer Aniversario de Carmen Casal Lamelas. A las 19:00 Misa por Apolinar Rodríguez Vidal, de Piñeiros, Juan Ramón Lores Salgueiro y esposa Manuela, de Piñeiros; Divina Pastora Méndez Padín y su madre a intención de Elvira Insua.

Viernes: A las 19:00 primer Aniversario de Carmen González Cacabelos.

Sábado: Por Manuel Garrido Caneda y esposa Eulalia; Manuel Muñiz González; Julio César Estévez Dadín y sus padres; Josefina Cacabelos Domínguez, de Peai; José Oubiña Radío.

Domingo: Primera a las 10:30 por Pacita López Piñeiro, esposo Dorado e hijos; José Manuel Outón Cacabelos y esposa Encarnación, do Freixo; Manuel Pardo Graña. Segunda a las 11:30 por la Parroquia.

domingo, 2 de octubre de 2022

La morera me ha enfadado

 


Habacuc: la dificultad de un nombre que encierra un misterio, un proyecto. ¿Quién es ese? Habacuc era un hombre como miles de hombres: un puñado de barro hecho vida por un soplo divino. Nombre un poco raro, un poco extraño: las pocas veces que nos lo encontramos, sonreímos. Un hombre perdido, impotente, en guerra contra el mundo. Además enojado con su Dios. Porque el espectáculo cotidiano era un desastre. Y porque parecía que Dios pasase de su enfado. En aquel tiempo los hombres se encarnecían unos contra otros ferozmente, la injusticia rozaba niveles atroces, robar era lo normal, al débil se lo enterraba en la miseria. Lo creado, espléndido jardín en manos del hombre, parece haberse convertido en un desierto de aullidos solitarios. ¿Y Él? Él deja hacer. Da la sensación de andar distraído, da muestras de una gran indiferencia. Parece un Dios pasota. Y Habacuc se lamenta. Se siente un profeta obligado a gritar palabras que nadie quiere oír. Por eso se encara con Dios, su Dios, que lo ha enviado a la refriega frente al escenario de la historia y parece decirle: Dios, ¿cómo lo hacemos? Yo Habacuc, protesto. Lo miramos estupefactos, con una cierta admiración porque osa señalar a Dios con el dedo, sin bromear. Después descubrimos que Habacuc somos nosotros. Somos nosotros cuando desgranamos la basura del mundo con mirada indignada, incrédula y escandalizada. Parece que no hayan pasado 2700 años desde entonces y descubro que el hombre es siempre el mismo: una vieja antigualla oxidada a la que le cuesta tirar hacia adelante.

 Habacuc, hombre de fe

Dios y su profeta: un haz de esperanza, de estrategia amorosa, de locura encantadora. Dios escucha el desahogo del hombre. Lo escucha, lo interpreta, lo convierte en su tesoro porque Dios se enamora del hombre cuando es libre. Libre para desahogarse y darle gracias, libre de asombrarse y avergonzarse, de caminar y caer, de creer o blasfemar. Dios espera. Después pide a Habacuc que coja papel y pluma y escriba. No era cierto pues que se desentendía de todo: oía el clamor de los hombres. Y entonces Dios habla de un plazo, de una fecha tope. Sí, porque este escenario teatral que llamamos vida, un día bajará el telón. El director revisará las escenas, se emitirá un veredicto. No sabemos el cuándo: basta saber que sucederá. Y Dios da su palabra como garantía. Dios se pone en movimiento para que el hombre haga lo mismo.

Un dato como prenda que te hace interpretar la historia de manera insospechada: Si tuvieras fe como un grano de mostaza, dirías a esta morera… Que es como decir que la realidad es aquello que es tu fe. Si crees que la realidad no puede cambiar, es porque no tienes fe. Descubrimiento amargo: si tienes fe, todo puede cambiar, todo está por hacer. También cambiarte a ti mismo. Si la morera o la montaña están ahí es porque las estás contemplando sentado con batín y pantuflas, somníferos y mando a distancia, diuréticos y adelgazantes. Están ahí porque protestamos pero no las cambiamos. Jugamos con palabras pero están vacías, son inocuas, les hemos secuestrado la fuerza y la ternura. Nos sentimos gigantes pero la historia de los hombres nos retrata como enanos.


Es la misma exhortación que San Pablo hace a Timoteo recordándole que Dios nos ha dado un espíritu de guerreros, de aventureros. Le recuerda que hemos sido creados para lanzarnos a la aventura del mundo. Ensuciarse las manos es mandato directo de Dios: sin ninguna dispensa. Porque la morera hay que desarraigarla, desenmascarar al mal, tenemos que hacer que el mundo resurja cada día. No basta conservar o custodiar, hay que construir, elevar, ensalzar. Hay que trastornar el mundo. ¡Cosa de locos! -dirán muchos-. Pero esperamos milagros del Señor. Yo soy un goloso de los milagros de Dios. Los colecciono como sellos o cromos. Pero me olvido de que Jesús el Señor los llevaba a cabo cuando encontraba fe. Yo en cambio espero los milagros para tener fe. ¡Y pensar que todo el Evangelio es una demostración de la debilidad de Dios frente a la fe! Pero yo niego al Señor esa alegría. Porque no tengo fe. En resumidas cuentas: ha bastado encontrar una enojosa morera en el camino para recibir un penoso suspenso. El enésimo.

Semana del 3 al 9 de octubre

 


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: Por Pastora Pombo Padín y su padre José Manuel.

Martes: Por Manuela Regueiro Otero, esposo e hijos fallecidos.

Miércoles: Por Victoria Agraso Vázquez, esposo Ernesto Aragunde. José Antonio Méndez Vázquez.

Jueves: Por la Sra. Lola de Varela y Miguel Otero Ruso. A las 20:30 Reunión de catequistas.

Sábado: Por Celso Fernández Garrido y sus padres. Enriqueta Seix.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 por Javier Afonso Camiña y sus abuelos. Pepe Camiña.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.

Martes: Por Paco González Méndez, da Arnosa, Luisa González Míguez, da Salgueira.

Viernes: A las 18:00 primer Aniversario de Carmen Moldes Carrera.

Sábado: A las 11:30 primer Aniversario de Pastora Touriño Blanco. A las 19:00 Misa por Eladio Dadín Dopazo, Carmen Martínez Hermida y esposo Jesús Basdedios. María Blanca Eusebia Fernández Tacón y esposo. Manuel Fernández Garrido y sus padres Manuel y Camila, da Salgueira; Valentín Martínez Torres, José García Garrido y difuntos de la familia.

Domingo: Primera a las 10:30 por Julián y su hija Carina. Segunda a las 11:30 por la Parroquia.