domingo, 30 de abril de 2023

Ovejas que no son tontas

 


Por esta vez voy a mostrar mi desacuerdo. Ser oveja (o borrego) siempre es sinónimo de la incapacidad para razonar por ti mismo, de individuar una meta, de emprender un camino valiente, inédito, de fantasía. No estoy de acuerdo. Y por esta vez decido cambiar: este no es el domingo del Buen Pastor, sino el domingo de las ovejas. Mira el evangelio: habla del redil con la misma delicadeza con la que habla del Templo, quizás mayor: no como dormitorio-corral de las ovejas y de las ideas. Un lugar de encuentro en el que se dan cita las ovejas y su Pastor. Que al menos por esta vez posee una característica peculiar: 
“Las ovejas escuchan su voz (…) lo siguen porque conocen su voz”. Extraño oficio el del Pastor. Anómalo y delicado: donde no llega el cayado, entra en juego la voz. Cosas que a nosotros hoy nos dice bien poco. La de Cristo Pastor en cambio, es una voz nítida y directa: “Todos aquellos que vinieron antes de mí, son ladrones y bandidos”. Tanto que las ovejas, que no son tontas,“no los escucharon”. ¡Qué bomba!

En algunos lugares los pastores se lamentan de que el rebaño no les escucha. También el rebaño se lamenta, y a veces con mucha razón, de que no perciben la voz del pastor. ¿Es sólo cuestión de moda o de cambio social? La solución la tenemos en el relato de los Hechos de los Apóstoles cuando afirma que a la gente, después de escuchar a Pedro “se les traspasó el corazón”. ¡Y sólo con oírle hablar! No tras obrar, maniobrar, proyectar, etc… Hablar: simple y apasionadamente, con recta intención y verdad. Como en aquel atardecer que llenó de emociones el camino de aquellos discípulos de Emaús: el corazón se les abrasaba mientras conversaban con el Resucitado. Esta es la razón por la que los discípulos de Pedro se movilizan en seguida: ¿Qué tenemos que hacer, hermanos? ¡Lo mismito que sucede en nuestras celebraciones!


Hablo hoy a mis hermanos en el sacerdocio y a las vocaciones sacerdotales: las ovejas no son tontas. Corren si hay una voz que les enciende el paso. No podemos usar palabras para ellos agotadas, incapaces de abrasarles el corazón, de agitar su respiración. No podemos tener el rostro apagado, la sonrisa helada, una encajada de manos que aleja, un gesto calculado, las palabras sopesadas y pesadas, la mirada opaca, la boca que mastica fórmulas, la actitud envarada. A veces los pastores somos gente de palabras descontadas, previsibles, recicladas, fotocopiadas, estrechas. Sé que muchos diréis: ¡Él era Cristo! Él para hacerse reconocer ha llorado, gritado y hablado. Ha gozado, temblado y exultado. Se ha conmovido; por miseria, por amistad, por perfumes. Ha pedido ayuda, atención, jornadas.  Ha movido corazones, almas, cerebros. Se ha recostado sobre la mesa del mundo para encontrar, abrazar, ayudar. Ha tenido miedo. Ha pedido cercanía. Se ha hundido.

Para hacerse reconocible no se ha avergonzado de ser hombre. Como los pastores que huelen a oveja, que pacen palabras que como milagrosamente renacen de manera continua. Palabras parecidas a las conchas dentro de las que resuena el eco de la voz del mar. Con pastores que no se lamentan, que como Pedro tendrán que responder a una pregunta que vale un atestado de amor: ¿Qué debemos hacer? Es decir que la Palabra ha conmovido, asombrado, desgarrado. Levantado, humillado, maltratado. ¡Qué satisfacción para el pastor: la oveja levanta el lomo y quiere encontrar el camino! Ha nacido en ella la añoranza del sendero. Por suerte que son ovejas. Pero no tan extremamente “ovejas “como para confundir autoridad como rango de mando o autoridad como ascendente. ¡Fin de un cierto tipo de pastoreo: el de los mercenarios!

Semana del 1 al 7 de mayo

 


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas

Lunes: Por Esperanza Esperón Camiña.

Martes: Por Aurea Valladares Padín, esposo e hijo.

Miércoles: Por María Luisa Gondar Vieites, padres y hermanas. Elisa Valladares Rial, padres e hijo Manuel.

Jueves: Sobre las 20:45 Rosario y oración a la Virgen de Fátima. Misa por los participantes.

Viernes: Por las obligaciones del Celebrante.

Sábado: Por Néstor Moldes Limeres, Balbina Chaves y Josefina Dominguez Varela; Mercedes Oubiña Romay, Manuel Riveiro Varela, Dolores Camiña Torres, esposo y difuntos de la familia.

Domingo: Primera a las 9:00 por Manolo García Barbeito y difuntos de la familia. Segunda a las 12:30 por Maximino Pazos y esposa Josefina.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: A las 12:30 Misa en la Capilla de Gondar.

Jueves: Por Luisa González Míguez, da Salgueira.

Sábado: Por Lola Camiña y esposo, de Piñeiros; Manuel Suárez González. Eladio Padín Torres.

Domingo: Primera a las 10:30 por Manuel Carlos Leiro Otero y difuntos de la familia. Segunda a las 11:30 por la Parroquia.

domingo, 23 de abril de 2023

Historia de dos fracasados: uno más el otro

 


Es la mañana de Pascua. Por un camino tortuoso, dos hombres de mediana edad, van rápidos girando los hombros a Jerusalén, cuyas alturas cada vez desaparecen más detrás de las otras que siguen con ondulaciones de cimas y valles continuos. Hablan entre ellos. Dirección Emaús. En aquel mismo día y en aquella misma tarde eran muchos los discípulos desanimados, encerrados en sus casas o en el viaje de regreso de Jerusalén después de la fiesta de Pascua. Tenían la sensación de que todo un mundo se había desmoronado y se hubiesen despertado amargamente después de un sueño demasiado hermoso. Todo parecía acabado. Años de esperanza y entrega, años de prodigios que auguraban magníficos triunfos, años de fe y espera, de dulzura y luz. Aquellos dos tipos debían ser de aquellos que dejan espacio para los ideales en su corazón. Para ellos aquella muerte está teñida de fracaso. Así debían ser aquellos dos pabilos humeantes que el Maestro estaba dispuesto a reavivar.

Jesús se les acerca con mucha delicadeza. Ellos van de camino, sumidos en la tristeza, la soledad, dialogantes y necesitados de ayuda. Sin estruendos ni golpes de escena, silenciosamente, les alcanza a lo larga del camino que estaban recorriendo. Ellos vieron su sombra, se dieron la vuelta, les seguía. Tenía el aspecto humilde y común de un caminante que alarga el paso para no caminar solo. Les alcanza. Es un Jesús velado bajo la apariencia modesta de un pobre caminante. Ellos no lo reconocen. Se les acerca en la hora de la tristeza: es una regla de su conducta. A la Magdalena se le apareció mientras lloraba, a los Once mientras estaban tristes y alterados cerca del lago después de una noche de pesca infructuosa, a Tomás en la hora de la incredulidad. Ellos son sólo dos: a partir de ahora serán tres.

Estaban razonando y discutiendo entre ellos. Tema de gran importancia. Se habla de lo que está en el corazón. Está en el corazón lo que se busca. Se busca lo que se ama. Conclusión: están hablando de un Amor. Se les acerca pero no quiere deslumbrarles sino instruirles y confortarles. De hecho Jesús empieza con una pregunta. Les busca para fortalecerles el corazón, para corregirles e iluminarles. Pero no empieza con el tema: se introduce con dulzura, con una pregunta simple, natural y discreta: “¿De qué discutíais por el camino?” Toda su atención está centrada en su melancolía. Y les acompaña en su crisis, en sus dificultades. No les sermonea. Les explica las cosas de manera que les abrase el corazón. Es decir con respuestas verdaderas, precisas, claras, eficaces. Las que todos buscamos para nuestros problemas, dudas, incertidumbres. Y con ellas se ganó su confianza. Cleofás que debía ser de temperamento impulsivo y expansivo, sujeto a subidones y bajones, presa de abatimientos y euforias como todas las personas de ánimo generoso, estaba deseoso de apoyarse en alguien y compartir aquel sufrimiento del corazón.


Jesús les deja hablar y quizás con su mirada tierna, llena de interés, les anima a hacerlo. Ellos le muestran su pena espiritual. Sufrían: eran hombres que requerían cuidados, necesitaban ser acariciados. Y en medio, el silencio, el sosiego que llega y en lontananza Emaús. Y Jesús sin pedir nada a cambio finge seguir adelante. No pide nada, no quiere nada, no pretende nada. Y es por ello que los dos le ruegan: “Quédate junto a nosotros”  La invitación se dirige a Quien les había corregido brevemente, sin acritud, con amorosa y serena dulzura, movido por puro amor y no por el deseo de una satisfacción personal. Nada de insultos, nada de palabras inútiles, generadas por la impaciencia o la locuacidad. Aquel peregrino verdaderamente tenía el poder de reanimarles. Parecía que únicamente hablase pero sin embargo les tocaba el corazón, lo hacía arder…

Los discípulos le pidieron que se quedase con ellos. Y arguyeron una razón diferente a la más profunda. Dijeron “Porque atardece” en vez de decir “Deseamos tu compañía”. Lo forzaron con el amor. Fue Él a acercárseles. Ahora son ellos a refrenarlo. Entra y en el momento de partir el pan, lo reconocen. Los corazones latían a un ritmo desesperado, una gran emoción les invadió. “Es Él”. Pero sin ellos advertirlo, despareció a la vista de sus ojos. Y los discípulos recuerdan cuando le reconocieron: “Al partir el pan”. El mismo gesto que había llevado a cabo con sus discípulos cuando les dijo “Haced esto en mi memoria”  Y los mismos dos que habían iniciado el camino cansados y deprimidos, ahora regresan sin demora a Jerusalén, ansiosos de anunciar a sus amigos que Jesús ha resucitado, que está vivo, que ellos lo han encontrado. Cansados de caminar ahora corren. ¡Qué fuerte este compañero de camino!

Semana del 24 al 30 de abril.

 

Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas.

Lunes: Por Valentín Padín Camaño.

Martes: Por Maruja Durán Fernández y esposo José Dopazo; Consuelo Fariña Lojo y esposo Lucindo Varela.

Miércoles: Por Isolina Pérez Álvarez y sus hijas.

Jueves: Por José Argibay Valladares y esposa; Paco Padín Cousido, padre José Padín, abuelos y difuntos de la familia.

Viernes: Por Jesús Méndez Becerra; Rafael Besada Limeres.

Sábado: Por Paco Cacabelos Vidal; Carmen Zamar Rodríguez; Maruja Cacabelos Vidal; Clotilde Casal Rey y esposo Avelino; Antonio Bouzada Poceiro y esposa Pastora.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 por Dolores Dadín Garrido y esposo Ángel Dopazo.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas

Martes: Por Elena Divina Camiña Torres y esposo Juan Piñeiro.

Jueves: Por Esperanza Salgueiro Castro.

Sábado: Por Carmen Prieto Estévez; María Luisa González Fernández; Raúl Fernández Buezas y sus padres; Carmen González Cacabelos, esposo Antonio e hijo.

Domingo: Primera a las 10:30 por Emilio Kaphammel Vieitez. Segunda a las 11:30 por la Parroquia.

domingo, 16 de abril de 2023

Tomás y aquel Cristo que siempre llama dos veces



Contemplado con mirada mezquina, aquella noche Tomás tomó las de Villadiego a pesar de aquella promesa que manifestaba su disposición a hacer cualquier cosa por el Maestro. Días en los que se prometía gozo y júbilo, milagros y consuelos. Pero los días de la verdad fueron los que para él se convirtieron en vergüenza, de Gólgota y derrota, de decepción y frustración. ¿Quién hubiera osado pensar en un final tan ignominioso para aquel Rabbí tan aclamado en los días de la predicación y de la notoriedad? Apesadumbrado por la vergüenza: así me imagino a aquel discípulo que se convertirá en proverbio, aquella alma aturdida y confundida.

Fue un hombre que esperaba, amaba, soñaba, imaginaba: el hombre de los tiempos conjugados en pretérito imperfecto, el tiempo de la desilusión y de la quimera, de los malentendidos y de los aturdimientos, de la necedad perdida y de las excusas hasta el umbral de casa. Como Judas, justo a mi lado: tanto como para enfadarse por aquel final ignominioso.

No dio crédito a sus ojos en la Montaña de la Calavera: imagínate si podía dar crédito y prestar oídos a los apóstoles dentro del Cenáculo de los Refugiados. Creer por lo que decían: las mujeres, los compañeros de otro tiempo, las confidencias de la primavera pasada. A Tomás, decepcionado quizá tras muchas decepciones, le costaba dar crédito a las confidencias. Imaginaos si iba a dárselo a aquella inimaginable de aquella tarde: ¡Hemos visto al Mesías! Aquí necesitaba poner el dedo en la herida del amor. Y acto seguido su reproche, con retraso y con la amargura del corazón: si no ve, no creerá. Pero también los ojos pueden engañar y añade la prueba de las manos: si no toca con las manos y mete el dedo no creerá. La carne esta vez tendrá que tocar carne para poder decir que es Él: el acariciar la carne, el tocar la piel, yacer en las heridas. Y he aquí una voz que penetra desde el umbral. Ocho días después: la misma casa que la otra vez, la misma cuadrilla de la semana pasada. ¿Quién sabe como habrá pasado la semana? ¿Será aún la Luz de antaño? Punto y final: esta vez con Tomás.


Y fue una derrota plena: “Señor mío y Dios mío”. Un desmorone ante el cual ninguna victoria supo aguantar aquella increíble belleza: desde entonces, Tomás fue ya siempre de Él. Para siempre, a ultranza, sin ni siquiera quizás acabar de  adentrar aquel dedo con el que había amenazado. Victorioso en su ánimo pero siempre un peldaño por debajo, desde donde podrá figurar como el más recóndito de los creyentes. “Bienaventurados los que creerán sin haber visto”. Es la última bienaventuranza del evangelio, la única no pronunciada sobre el Monte junto a las otras; pero la más audaz y prometedora: la que está a un paso, al alcance de todos. Más aún: cuanto más se aleja del tiempo de la primera Pascua, más el hecho de creer será obra de almas puras y efervescentes. Tan luminosa como para dejar de lado a los sentidos y creer en la alegría. Como para encuadernar y recapitular con el advenimiento de ésta. Porque no se cree por hastío o rencor, algunos no creen por el excesivo gozo: el último desafío de Satanás es engañar acerca de la posibilidad de la alegría. Quizás por eso Cristo vuelve. Para acallar y silenciar a un Demonio cuya única preocupación fue la de enseñar a sospechar acerca de la bondad de Dios. El Demonio teme a la alegría. Cristo la dobla y multiplica.  Para no contradecirse a sí mismo.  

Semana del 17 al 23 de abril.

 


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas.

Lunes: A las 19:00 primer Aniversario de Dolores González Padín. A las 21:00 Misa por Carmen Cacabelos Garrido.

Martes: No habrá Misa.

Miércoles: Por Modesto Lobato Outón.

Jueves: A las 19:00 primer Aniversario de José Antonio Méndez Vázquez.

Viernes: Obligaciones del Celebrante.

Sábado: Por Luis Bouzada Afonso.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 por Etelvino Dopazo Lores. A las 17:30 reunión de los niños que se preparan para la primera Comunión y sus padres.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Martes: Por María Victoria González Outón; Alfredo Lores Lores e hija María Esther, de Piñeiros.

Jueves: Por Pastora Padín Camaño.

Sábado: A las 10:30 funeral de exequias por Carmen Troncoso Poceiro, fallecida recientemente en Uruguay. A las 11:30 primer Aniversario de Luis Lamelas González. A las 20:00 Misa por Peregrina Vidal Moldes y difuntos de la casa; Concepción González Torres, da Bruñeira, padres, hermanos y difuntos de la familia. Francisco Vilar Moldes, de Rouxique, Arturo Garrido y sus padres de Peai.

Domingo: Primera a las 10:30 por Pastora Camiña Torres, Elisa Martínez Torres y Carmen García Méndez, de Rouxique. Segunda a las 11:30 por la Parroquia. A las 19:00 Reunión de cofrades y entrantes del Santísimo Sacramento.

domingo, 9 de abril de 2023

¡Hoy es Pascua!

 


¿Y es suficiente? Bueno, quizás está demasiado condensado, pero sí, éste es el corazón de la vida, de la fe, de la felicidad, de la Iglesia. Todo nace aquí y todo tiende hacia este día, como fuente y culmen. Para entender la Pascua nos pusimos en camino durante toda una Cuaresma, pero ahora dejémonos conducir por la Palabra de Dios.

El evangelio de hoy gira en torno a la ausencia de Jesús en el sepulcro, motivo de la carrera desesperada de María Magdalena, y la presencia de algunas huellas que asombran a algunos como a Pedro, o abren los ojos a otros como a Juan. Las vendas que hay en el sepulcro están en el suelo, vacías, razón por la cual el cuerpo que estaba dentro ya no está, pero no como quien se ha desprendido de ellas y después las ha doblado al estilo de una buena ama de casa que deja todo en orden. De la misma manera, el sudario que habían colocado en su cabeza está doblado aparte, en su sitio, como envolviendo a Aquel que ya no está. Es posible que pueda parecer una lectura intencionada, “dirigida”; pero ¿cómo se explica si no la reacción de los discípulos? Si hubiera salido por sí mismo, por ejemplo como resultado de una muerte aparente, ¿hubiera roto las vendas y las hubiera doblado de nuevo? Y si hubieran sido ladrones, ¿acaso no habrían sacado de en medio las vendas arrinconándolas? Pero es algo diferente lo que ven los discípulos.

Muchas veces he pensado, ¡si yo hubiera estado allí! Pero creo que siempre tengo ante mí esa escena: cada día delante de mí veo una aparente ausencia de Jesús allí donde querría encontrar una sobreabundante presencia de vendas de resurrección. El evangelio me dice que ellos quedan desconcertados porque aún no habían comprendido lo que la Escritura decía: que tenía que resucitar.


Esta mañana, tanto vosotros como yo estamos entre Pedro y Juan. Entre Pedro que contempla y enmudece, y Juan que creyendo entiende lo que ya ha acontecido. Quizás Juan tuvo a su favor el hecho que su vocación nace de una invitación especial: ¡ven y lo verás! Quizás desde aquel momento había empezado a entrenarse para la escucha y el descubrimiento de Jesús y su obra. O quizá se había dejado interpelar un poco más profundamente respecto a sus compañeros, quizás… ¡Se lo preguntaremos en el cielo!

Ahora es a nosotros que nos toca escuchar este evangelio, esta hermosa noticia: a Jesús no lo ves porque no está entre los muertos. ¡Vive para siempre! Está vivo y bien vivo. Y obra, y perdona y sana como antes, y más que antes. Él es el que vive para siempre.

Aquí está toda la Pascua: Jesús por mi amor se ha fiado de mí y yo lo he rechazado. Lo he expulsado lejos de mí y lo he clavado en la cruz. Pero su amor ha vencido mi maldad con la dulzura, me ha desarmado interiormente porque me ha perdonado. No ha llevado cuentas de mis delitos. Bien al contrario.

Esto es morir por los pecados: no es pagar el saldo de un fruto robado en el inventario del paraíso terrestre. Al revés: es aceptar mi rechazo instigado por el enemigo que me asegura que no debo fiarme de Dios porque no me ama. Esto es consolidar la fidelidad hasta las raíces, hasta el fondo: porque Jesús es fiel al Padre ya que cumple su voluntad y fiel a mí porque no me abandona, no me deja de la mano.

Para poder hacer esto, Jesús se abandona totalmente a las manos del Padre. Y para poder enfatizar este aspecto, el verbo de la resurrección está en forma pasiva: ha sido resucitado (sobrentendiendo por el Padre) ya que de este modo me muestra la grandeza del corazón del Padre.

Mirando bien las vendas, descubro que los signos de la resurrección están dentro de mí porque ya he experimentado Su misericordia y Su fidelidad. Aunque después hago todo lo que puedo para sepultar y enterrar estos trazos de su amor en las tantas ausencias del tiempo, en la rutina, en las actividades. La habitual niebla de los pantanos.


Que hoy sea Pascua quiere decir que de nuevo María Magdalena (la Iglesia) me acompaña  a la entrada del sepulcro, y de nuevo se me muestran las vendas de este año, los signos de la resurrección que Jesús ya ha hecho germinar dentro de mí y me pide, ante todo, que sepa mirar, es decir que tome nota y reconozca que existen hechos y obras suyas en mi vida, no pensamientos o sensaciones.

Una vez haya mirado y reconocido tales huellas, la palabra de Dios me quitará las orejeras que me impiden ver, comprender y creer. Y desde aquel momento mi entorno cambiará. En primer lugar Jesús no me resultará tan lejano; y aunque a veces no sé muy bien dónde, Él está vivo y cercano a mí. Es la fuente misma de mi vida y empiezo a comprender que he permanecido lejos de Él y aprendo a buscar y desear todo aquello que sabe a vida porque está iluminado de su luz nueva, porque he descubierto que el resto ya no me interesa.

Se cree en la Resurrección no a ciegas, apretando los dientes y cruzando los dedos, sino con los ojos bien abiertos y la mirada agradecida, porque en pequeñas migajas la hemos experimentado en su perdón.

Hoy es Pascua porque has entendido que su Amor y su Perdón no tienen límites. Porque has entendido que Él no se cansará nunca de darte la vida. Tanta como para superar la muerte.

Y no has de hacer nada. Sólo acoger, claro está, sin escabullirse como los apóstoles durante la Pasión: más bien decididos, cómo el hijo pródigo que regresa a la casa del Padre y es abrazado. Sólo recibir: en el fondo tampoco es tan difícil…

¡Buena Pascua y buena vida nueva con Jesús!

Semana del 10 al 16 de abril.

 


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas.

Lunes: Por Manuel Pérez Domínguez y esposa Diamar.

Martes: Por Manuel García Barbeito.

Miércoles: Obligaciones del celebrante y participantes.

Jueves: A las 21:00 reunión de catequistas.

Viernes: A las 19:00 funeral de exequias de Tomás Blanco Gómez, de Nantes. A las 21:00 Misa por Palmira Dozo, Felicidad Méndez, esposo y difuntos de a familia. Román Cousido, madre y hermanos.

Sábado: Por Victoria Pérez Rial, Feliciano Blanco Vidal, Lolo Dozo Castro.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 por Marcelina Domínguez Varela y difuntos de la familia.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Jueves: Por Valentina Leiro Méndez, de Rouxique; Divina Pastora Méndez Padín.

Sábado: A las 10:30 primer Aniversario de Paco González Méndez. A las 11:15 primer Aniversario de Ana Sampedro Magdalena. A las 20:00 Misa por Cándido Fernando Oubiña Radío y Manuel Vidal Dadín, Do Freixo e Isabel Vázquez Núñez.

Domingo: Primera a las 10:30 por José Salgueiro Álvarez y difuntos de la familia. Segunda a las 11:30 por la Parroquia.

domingo, 2 de abril de 2023

 


Te lo escribiré en el asfalto, con aquel espray de color blanco que tanto gusta a los amigotes y amigachos del novio en vísperas de su boda: 
“Vuelve atrás, aún estás a tiempo”. Y después, añaden el nombre de su amigo: Paco, Xavi, Marc, Luis… Alguien añade el mote: Pelucho, Tete, Kini, Pito… ¡Cuantas veces me he encontrado con esas pintadas o pancartas en el camino yendo a celebrar una boda especialmente en alguna de esas ermitas campestres cerca de restaurantes en las periferias urbanas! Hoy me agenciaré también yo un bote de espray que me servirá para hacer una pintada en las murallas de Jerusalén: “¡Vuelve atrás, aún estás a tiempo, Jesús!” 

El vocerío de la gente por las calles, el trasiego misterioso dentro de los muros de las escuelas rabínicas, la decoloración de los sentimientos en el corazón de la gente de Galilea me han confirmado una tesis: aquí, Rabbí, a nadie le importas nada. Mañana verás la farsa de aquellos que hoy están en la plaza: cantos, coros, aplausos y gritos festivos. Harán trizas las palmas, bajarán las persianas, descenderán los estandartes en los torreones de la ciudad. Te festejarán todos; pero pasado mañana tu muerte será mi vida y “muere, infame”. A ellos no les interesas, quieren festejarte a su manera. Quizás has conseguido alguna sonrisa, la de los cojos que ahora caminan, la de los ciegos que ahora contemplan el azul del cielo, de madres que ahora abrazan a sus hijos que antes estaban muertos, alguna herida ha sido curada, alguna boca saciada. Y sin embargo ellos buscaban un Dios más simpático, de dibujos animados, que les diese lo necesario para entretenerse, divertirse, olvidar el tiempo que corre. “Vuelve atrás, aún estás a tiempo”. 

Con unos golpes de estribo y un tirón de la rienda puedes obligar al borrico a girarse y a invertir el rumbo: baja por el sendero que pasa detrás de la tumba de Raquel y escóndete en mi establo. Las ovejas, los corderos y las vacas son los animales que te vieron de Niño aquella noche. Aún hoy las estrellas hablan de Ti y contagian con suspiros la magia de aquella Espera convertida en historia. Nada más después: ya te han olvidado todos porque tus discursos -dicen los prestigiosos teólogos- son ocasión de escándalo y no aseguran el mañana en el calendario. Tú arriesgas la vida para prepararles los prados perdidos del Cielo, el no-tiempo del Eterno: pero en sus casas, dentro de la ciudad, no les falta de nada. No les toques nada de lo suyo. Por eso no te atienden ni te hacen caso. Moisés, un amigo mío que tiene una granja más allá del Cedrón, me ha dicho que esta mañana en el corral el gallo no para de carraspear, como si ensayase un concierto en el que exhibirse dentro de poco. Quién sabe si junto a una negación. Quizás con su carraspeo te está pidiendo que regreses, que no te engañes con el vitoreo de las palmas empapadas de gritos, de sonrisas y de cobardía.

 
Los hombres son muy previsibles, Maestro: aquella gente han recibido algo para vitorearte, les han prometido quizás un lugar en la sinagoga, alguien volverá a su casa con alguna moneda en el bolsillo: Jerusalén es una ciudad vendida. Gritan e invocan tu nombre pero no creen: son unos pagados, mientras escondidos más allá del mercado caótico y furibundo, teólogos y rabinos están mercadeando el precio de tu muerte. Créeme, Maestro, vuelve atrás. Jerusalén es una ciudad perspicaz y traidora. Ella y sus hijos y toda la descendencia que vendrá. No te busca, no te quiere, te espera sólo para tenderte una emboscada: ya ha comenzado, empezando a comprar a un discípulo tuyo. ¿Tiene sentido entrar por aquella puerta? Rabbí, vuelve atrás, aún estás a tiempo.

 

Semana del 3 al 9 de abril

Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas.

Lunes: No habrá Misa.

Martes: Por José Antonio Méndez Vázquez.

Miércoles: A las 20:00 celebración comunitaria de la penitencia.

Jueves Santo: A las 19:30 Misa vespertina de la Cena del Señor.

Viernes Santo: A las 11:00 Ejercicio del Santo Vía Crucis. A las 19:30 Celebración de la Muerte del Señor.

Sábado Santo: A las 21:30 Solemne Vigilia Pascual.

Domingo de Pascua: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 por las obligaciones del Celebrante.

Me gustaría visitar a los ancianos y enfermos y llevarles la Comunión, si las familias lo desean, agradezco me lo hagan saber.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Martes: Por Luisa González Míguez, da Salgueira.

Jueves: A las 18:00 Misa Vespertina de la cena del Señor.

Viernes: A las 18:00 Celebración de la muerte del Señor.

Sábado: A las 20:00 Solemne Vigilia Pascual.

Domingo: A las 11:00 Misa de Pascua: Cantada. Por Eladio Otero Rodríguez.

Me gustaría visitar a los ancianos y enfermos y llevarles la Comunión, si las familias lo desean, agradezco me lo hagan saber.