domingo, 31 de diciembre de 2023

Se hizo carne en el seno de una familia.

  

Por fin escogió la carne que era el punto de mayor distancia del cielo: "El Verbo se hizo carne" (Jn 1, 14). No fue por grosera provocación, sino por la más íntima de las afinidades: elegir lo que era débil para confundir a los fuertes, casarse con lo distante para hacerlo sentir cerca, hundirse en el hombre para que el Cielo penetre en la tierra. Era lo inaudito de Belén, la casa del pan y la carne de Dios. Pan y carne, pan y pescado, pan y agua: siempre habrá pan disponible para aquellos que, llenos de todo, sentirán en sus corazones el hambre y la sed de lo esencial: "En él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres" (1:4). Lo absurdo sucederá, como al principio sucedió lo inaudito: sucederá que los hombres en la luz prefieren la oscuridad. Siempre hay alguien que confunde el sol con un punto amarillo: los Evangelios dan cuenta de ello. Lo calculan y anticipan sus consecuencias: "A los que le han acogido, sin embargo, les ha dado poder para llegar a ser hijos de Dios" (1:12).
 
Se hizo carne: nada más y nadie más puede atreverse a superarle. En la carne escondía la fiesta de los sentidos: escuchar esa carne será escucharle a Él. Y escucharlo va a ser una fiesta. La fiesta de los ojos, de "lo que hemos visto con nuestros propios ojos" (1 Jn 1, 1). Era el sueño de Moisés, que un día no se detuvo y dio voz a ese deseo: "¡Por favor, déjame ver tu gloria!". Obtuvo una negación seca, aunque con una declaración en el fondo: "No puedes ver mi rostro, porque el hombre no puede verme y vivir" (Ex 33:18-20). Aunque de origen divino, que no impidió que el hombre cultivara hasta el extremo una nostalgia malvada y nunca ocultada por Su mirada: "Mis ojos siempre se vuelven hacia el Señor" (Sal. 25:15). Lo que Moisés no pudo, apareció por sorpresa a sus descendientes al menos de oficio, también pastores: "Vamos (...) veamos este acontecimiento' (Lc 2, 15). Lo vieron y se maravillaron. Creyeron.

 
Se convirtió en la fiesta de los oídos, de "lo que hemos oído" (1 Jn 1, 1). A aquellos que confían en la escucha, verán que sus vidas cambian. Ver como una noche infructuosa de pesca se convirtió en una copiosa mañana de peces. El secreto -incluso para los pescadores de arte y de mar- será escuchar la dirección en la que lanza esa voz: siempre en el lado derecho, lo que siempre parece el mayor sin sentido. Del que está a favor de reírse de la gente por detrás, sentado en la orilla. Las redes, sin embargo, seguirán la palabra: 'Arrojaré las redes por tu palabra' (Lc 5, 5). La palabra, por su parte, acreditará exactamente lo que había oído: "Lo hicieron y tomaron una gran cantidad de peces y sus redes casi se rompieron" (5:6).
 
 
Que es entonces la fiesta del tacto: "lo que contemplamos y que nuestras manos tocaron la Palabra de vida" (1 Jn 1, 1). Del Dios que hace contacto: intimidad, tacto, retoque, canto. Siempre tocará la Divinidad: serán alegrías y problemas a intervalos más o menos regulares. Golpes y ánimos: su toque hará que las montañas se hundan a medida que los valles se ensalcen, cierren y abran la boca, construyan y pongan sus manos de nuevo sobre sus edificios para restaurarlos. Cubrirá valles de huesos cosiéndolos sobre la carne, arrancará de las garras del león la vida mientras acaricia los ojos cegados hasta el extremo. Con las manos en la masa: un Dios artesano y alfarero, constructor y obrero, pescador y carpintero. Con las manos de padre, de madre y de Dios. Preferiblemente eligió artesanías al aire libre: aquellas que, por medio de toques y empujones, dejan ver callosidades, deforman sus dedos, ennegrecen sus uñas. Un Dios conmovedor: conmovedor y emocionante. Lo crucificarán un día. Responderá a su manera, resucitando: la fiesta del gusto y el olfato. Memoria y placer. De lo que hasta entonces era una locura sólo por pensar en ello. De lo que quedó, a salvo del rechazo: "La luz brilla en tinieblas, y la oscuridad no la ha ganado" (Jn 1, 5).

Incluso hoy en el mundo hay alguno que cuando se lo cruza, lo deja pasar: el mundo entero se detiene cuando se encuentra con un hombre que sabe a dónde ir. Por esta razón algunos siempre le dan preferencia: ciertamente no por modestia o buena educación. Simplemente por miedo: miedo a tener que lidiar con su Luz.

Semana del 1 al 7 de enero

 

Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: Fiesta de Santa María Madre de Dios. Jornada mundial de la Paz. Misa a las 12:30 por la Paz en las familias y la paz en el mundo.

Martes: Por Luis Castro Fernández y sus padres.

Miércoles: Por Teodoro Cacabelos Domínguez.

Jueves: A la Virgen del Carmen. José Antonio Fontán Otero.

Viernes: Por José Casal Padín, esposa Lola, hija Mucha, Suegra Modesta y Tucho.

Sábado: Fiesta de la Epifanía del Señor. Primera a las 9:00 a Santa Lucía. Segunda a las 12:30 por Néstor Moldes Limeres, Mercedes Oubiña Romay.

Domingo: Primera a las 9:00 a Santa Lucía. Segunda a las 12:30 por la Parroquia.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.

Lunes: Fiesta de Santa María Madre de Dios. Jornada de la Paz. Misa a las 11:00 por Manuel Pardo Graña. Manuela y difuntos de la familia.

Sábado: Fiesta de la Epifanía del Señor. Misa a las 11:00 por Carmen Padín Míguez, esposo José González, madre Juana Míguez y difuntos de la familia.

Domingo: Misa a las 11:00 por Pepe Troncoso Poceiro, José Manuel Martínez Carballa, hijo José Martínez Troncoso, María Esther Troncoso Poceiro, Carmen Troncoso Poceiro, fallecida en Uruguay, y Pepe de Santome. Rosa Modesta Radío Pérez y esposo Diógenes García.

domingo, 24 de diciembre de 2023

La fidelidad de Dios y de María

 


La liturgia de este domingo se abre con la oración colecta de la Iglesia que invoca sobre sí misma la fecundidad del Espíritu concedida a la Virgen María. Esta fecundidad se fundamenta en el presupuesto de la humildad, ya que Dios escoge a sus colaboradores entre los humildes, y produce gozo, porque la maternidad que se deriva es fuente de novedad y de vida. 
 
La maternidad espiritual es presentada como una fuerza extraordinaria que si bien es don de Dios, es también el resultado de una elección especial de la gracia. Es esta la razón por la que la Virgen en este domingo, es el centro de la celebración, tanto como ejemplo práctico a seguir, como referencia contemplativa, simbólica y real, del poder de Dios, capaz de hacer cosas grandes a partir de nuestro “sí”.
 
La figura de David que traslada el arca de la Alianza para construir una digna morada, una casa, un Templo, una estancia para Dios como cumplimiento de su promesa es potentísima. David querrá construir una casa para Dios y será Dios quien construirá una casa para David: un linaje de salvación a partir del más humilde y pequeño hijo de Jesé. Es la promesa de un Dios siempre fiel a sí mismo. El hecho que en Cristo Jesús nos vendrá comunicado todo el misterio de Dios es un ulterior testimonio de su iniciativa fiel respecto al hombre. Nada cae en saco roto o en el olvido. Dios mantiene lo que promete y su palabra es siempre eficaz. 

Correlativamente a este mensaje, la página de la Anunciación en el evangelio de este 4º domingo. Seguramente es la página más leída, amada y contemplada de la tradición católica. La aman los teólogos, los santos, losa artistas, pero también los simples fieles que reencuentran siempre en ella un misterio profundo. Es el anuncio de la Redención, como cumplimiento de las promesas de Dios, pero también como inicio de una nueva esperanza que supera el pasado y apunta hacia la eternidad. En ella encontramos el perfume de la salvación, toda su ternura y su potencia, escondida en las cosas sencillas. 
 

El Arcángel con sus palabras expresará ante todo la continuidad con el pasado (…le dará el trono de David su padre) La Redención nace como un vástago del tronco de Jesé. Pero las palabras de Gabriel contienen una novedad inesperada: el Espíritu Santo que bajará sobre María y extenderá con su sombra en ella el poder del Altísimo. Es una cita que retoma la imagen de una las manifestaciones más importantes de Dios: la nube que acompaña al Arca (experiencia luminosa y oscura al mismo tiempo). En una palabra: Dios tomará posesión de María convirtiéndola en su morada entre los hombres. Esta imagen subraya al mismo tiempo la sacralidad de la naturaleza del Mesías que está por nacer e ilumina el papel de la Madre de Dios, el título ganado en la Tradición antes que el dogma propio, gracias a esta página de San Lucas. En las entrañas de María y en la humanidad de Cristo, Dios ha obrado y ha establecido su morada entre nosotros. 

Muchas veces en la predicación a partir de esta página de la Anunciación damos preponderancia a la dimensión activa de la respuesta de María o evidenciamos ese apelativo de “llena de gracia”, con la intención de demostrar la importancia de la Virgen en el plan de Dios. Este domingo nos ofrece la oportunidad de enfocar diversamente, poniendo el acento en la coherencia de la acción de Dios, el único sujeto que nos regala a David, a María y las promesas que unen a ambos hasta llegar a nosotros a través del anuncio de la Iglesia. En otras palabras, este domingo de Adviento podría dedicarse a la fidelidad de Dios, a su constante presencia de Padre, que a veces parece esconderse, pero que en realidad obra siempre con el fin de corregir y guiar a sus hijos hacia el camino de la libertad y la verdad. Dios salva siempre. Esta es la razón por la que Jesús viene a nosotros.

Semana del 25 al 31 de diciembre


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: Solemnidad de la Natividad del Señor. Misa a las 12:30 a Santa Lucía.

Martes: Por Divina Dopazo Cacabelos.

Miércoles: Por María del Carmen Domínguez Seijas; Manuel Torres Touriño, esposa e hijo Elías.

Jueves: A las 18:00 primer Aniversario de Ramiro Múñiz Martínez. A las 20:00 por Rafael Besada Limeres.

Viernes: Por Jesús Méndez Becerra.

Sábado: Por Pastora Pombo Padín, padres y hermano Amador. Alicia Melón Oubiña.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 a Santa Lucía. Roberto López Lesta, Teodoro Padín, Manuel Dozo y Nieves Novas.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas

Martes: Por Pastora Otero Carballa; Alfonso Rey Carballa, esposa Dorinda, hijos Celso y Arturo y Raúl o Chichí.

Sábado: Por Juan García Tacón, Antonio Pérez Otero, su padre José Manuel y difuntos de la familia.

Domingo: Misa a las 11:00 por Encarnación Moldes, esposo Manuel Outón Cacabelos y sus padres. Manuel Camiña Fernández.

domingo, 17 de diciembre de 2023

ESPERAMOS Y NOS GOZAMOS DE SU VENIDA

 

 
La última frase del fragmento del evangelio de este domingo  nos indica que Juan desarrolla su ministerio en «Betania, en la otra orilla del Jordán». El significado mismo del nombre del lugar -«casa del testimonio»- puede tener valor simbólico, porque indica exactamente lo que Juan Bautista es y lo que va ser hasta el final de su vida así lo que debe llegar a ser toda comunidad: una verdadera casa del testimonio.
 
Esta página del evangelio ilustra en qué consiste concretamente el testimonio. A una “comisión de encuesta” enviada desde Jerusalén para identificar su identidad, el Bautista responde remitiendo a Jesús: «No era él la luz, sino testigo de la luz» (v. 6); y luego: «No lo soy, yo soy la voz» (vv. 21-22). El Bautista, según el evangelio de Juan, no es un predicador o un asceta, sino exactamente el modelo por excelencia del testigo: en la casa de la comunidad cristiana, el comportamiento que debe distinguir a todos es precisamente el suyo. Nadie puede decir: «Yo soy», pero cada uno debe remitir más allá de sí mismo, a Jesucristo. Cada uno puede y debe ser “signo” de Jesús para el otro, manteniendo la capacidad de desaparecer, exactamente como el Bautista.
Cada uno es un signo útil, incluso necesario, pero precisamente por ser signo no es algo definitivo. Para ser testigos es preciso ser antes oyentes. Poniendo en escena a Juan Bautista que señala a Jesús, el evangelista quiere decir que la verdad está ya presente: «En medio de vosotros hay uno que no conocéis». Esta expresión recuerda el tema veterotestamentario de la sabiduría escondida, que no puede conocerse si ella misma no se manifiesta. Jesús es esta sabiduría que se manifiesta al hombre.
 
 
 Betania (Casa del Testimonio) lugar del ministerio de Juan Bautista
 
Cristo se aplicó a sí mismo el pasaje de Isaías, según nos cuenta Lucas, en el discurso habido en la sinagoga de Nazaret: «Hoy se cumple esto en Mí». Él es el «Profeta» de que habla Juan. Él está lleno del Espíritu Santo; Él es el Ungido; Él es el Enviado; Él es el Prometido; Él es el Esperado de las naciones. Y ahí están sus dones: para el encarcelado, para el esclavo, para el oprimido injustamente, para el sujeto a poderes despóticos, la liberación; para el agobiado, para el triste, para el angustiado, para el que sufre, para el que llora, Gozo y Consuelo; Fuerza y Salud para el enfermo, para el débil: Luz para el ciego, para el ignorante, para el que yerra; para el pusilánime, para el apocado, para el paralítico e inmóvil, Vida y Espíritu.

El tema del gozo invade este domingo. El gozo es un fruto del Espíritu. ¿Hasta dónde llega nuestro gozo? Debemos gozarnos en el Señor. Él es nuestro Padre; Él habita en nosotros. Somos hermanos de Cristo; esperamos y nos gozamos de su Venida. Un gozo así se hace comunitario. ¿Dónde está nuestra alegría; dónde nuestro gozo de ser cristianos? ¿No damos la sensación muchas veces de que caminamos agobiados por el peso de nuestra religión? Probablemente el Espíritu de Dios no actúa considerablemente en nosotros; no le damos facilidades.

La unión con Dios, la oración, la acción de gracias. Son también fruto del Espíritu. El trato afectuoso con Dios ¿dónde está? La oración será una buena preparación para la Venida del Mesías. Así mismo la práctica de las buenas obras.
 
Cercana la Navidad hemos de preguntarnos: ¿Somos luz, somos consuelo, somos alegría y fuerza para los demás? Nuestra conducta será la voz que clame, será la antorcha que ilumine, el dedo que indique: ¡Aquí está Cristo! Hay que hacer vivir al Espíritu. Pidamos al Señor nos llene de su Espíritu. Sería una buena petición, al mismo tiempo que preparación para la Venida del Mesías.
 
La primera agraciada con la salvación es la Virgen. Llena de gracia y de alegría, es la primera en proclamar la grandeza de Dios y en comunicar la salvación divina, llena del Espíritu.

Semana del 18 al 24 de diciembre.

 

Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: Por José Méndez Torres.

Martes: A las 19:00 confesiones de los jóvenes que se confirman, y cualquier persona que desee hacerlo.

Miércoles: No habrá Misa.

Jueves: A las 19:00 confirmaciones de un grupo de jóvenes.

Viernes: Obligaciones del Celebrante.

Sábado: A las 11:30 primer Aniversario de Luis Bouzada Afonso. A las 20:00 Misa por Rafael Basdedios García, esposa Alicia Gándara y difuntos de la familia. Lucía, Benito, Peregrina, Paco y difuntos de la familia.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 por Ángel Dopazo, esposa Dolores Dadín Garrido, yerno Roberto. Etelvino Dopazo Lores.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.

Miércoles: Por Manuel Fernández Casal, esposa Cándida Garrido Limeres, Manuel Fernández Garrido, Manuel Souto Fernández, Esmeralda Portela, Adoración Souto y Albino Chan Padín.

Sábado: Por María Lourdes García Lázaro y esposo Manuel, Peregrina Vilar Moldes y difuntos de casa, María Luisa González Fernández, Elisa Do Reiniño, Nela Ozores y Montserrat Gómez, Juan Piñeiro Tarelo y Elena Camiña Torres, Miguel Garrido Caramés y abuelos.

Domingo: Misa a las 11:00 por Juan Fernández Silva, das Pedreiras, Marisa Rocha González, hermana Rita y Elisa Martínez, da Vichona.

domingo, 10 de diciembre de 2023

Comportarnos Santa y Piadosamente en la espera

 


El anuncio de la Buena Noticia es el de la venida del Redentor. Sin embargo San Marcos no se limita a anunciar un acontecimiento tan extraordinario, sino que citando el Antiguo Testamento, exhorta a prepararnos interiormente para recibir al Señor, que por su parte, nos concede una ayuda: “Mirad que mando a mi mensajero delante de mí, para que prepare el camino”. Este camino está señalizado por un “bautismo de penitencia en remisión de los pecados”. No obstante es solo un signo porque Juan bautiza con agua, mientras el Salvador “bautizará con el Espíritu Santo”. El anuncio es pues una renovación completa del hombre que para acogerlo ha de olvidarse de recorrer los viejos caminos. En una palabra: es necesario que se convierta.

“Preparad el camino al Señor, allanad sus senderos”. Ese aplanar denota un confiarse a la voluntad del Padre, un evitar construirse sobre las propias presunciones y fundarse sobre los propios lucros. Evidencia una paz interior que únicamente puede llegar a partir del seguimiento de la voluntad del Señor. Al parecer sólo las enseñanzas de Dios pueden saciar completamente al hombre. Por ello “acudían a Él desde toda Judea”. Hay un consuelo en esta petición de sacrificio y de conversión de la que tiene necesidad el corazón humano. Es una invitación, como dice Isaías, que habla al corazón de Jerusalén y hace posible que todo aquello que es accidentado se convierta en uniforme, que se allane todo lo escabroso.


Y de aquí la invitación a anunciar al Señor sin temor: “alza la voz con fuerza…alza la voz y no temas” Este anuncio es para todos y será beneficioso para todos. El Salvador, como si de un pastor se tratase, viene para cuidar a su rebaño. Viene y nosotros lo esperamos confiadamente. Vino y volverá. Esto es lo que nos recuerda san Pedro en la epístola de hoy. En primer lugar exhortándonos a no pensar que la palabra del Señor sea una palabra vana: “Él no retarda el cumplimiento de su promesa”. Más tarde nos invita a tener presente que las promesas se realizan según los tiempos de Dios: un día a sus ojos son como mil años y mil años como un solo día.

Su concepción del tiempo es sinónimo de su paciencia, no queriendo que nadie perezca sino que todos hagan penitencia. Por esta razón más allá de este Adviento litúrgico existe un Adviento final, escatológico, que vendrá inesperadamente, como los tiempos del Señor. Vendrá como un ladrón, inesperadamente. Entonces los elementos se disolverán, es decir, los horizontes y perspectivas del mundo se volverán vanos, porque todo esto es necesario que se disuelva.

En esta espera hemos de esforzarnos en ser “hallados en paz” sin afanes mayores de los debidos. Realmente esperamos unos cielos nuevos y una nueva tierra. San Pedro nos recuerda que todo esto no es un sueño y por ello él también nos habla de la necesidad de conversión: el Señor es paciente con nosotros. De aquí su lentitud. Nos exhorta de todas las maneras posibles a la conversión de nuestras obras de maldad porque estas no tienen cabida en su diseño de salvación y hemos de dejarlas de lado de manera inexorable. De ahí la invitación a la santidad de la conducta y de la piedad que debe ser la característica de nuestra espera.

Semana del 11 al 17 de diciembre.

 

Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas

Lunes, martes y miércoles, tendremos un triduo a Santa Eulalia y a Santa Lucía.

Lunes: Por la Parroquia.

Martes: Obligaciones del Celebrante.

Miércoles: Festividad de Santa Lucía. Misas por la mañana: 8:00, 9:00, 10:00, 11:00, 12:00 y 13:00 Solemne. Por la tarde a las 18:00 y 19:00. Todas por las intenciones de los participantes en ellas.

Jueves: Festividad de Santa Eulalia nuestra Patrona: Misas a las 9:30 de la mañana y a las 20:00 de la tarde; Solemne.

Viernes: A las 18:00 funeral de exequias por Adolfo Domínguez Pombo, hijo de la Señora Dorinda de Pombo, fallecido recientemente en Brasil.

Sábado: A las 11:30 primer Aniversario de Carmen Cacabelos Garrido. A las 20:00 Misa por Feliciano Blanco Vidal.

Domingo: Primera a las 9:00 por José Lorenzo Carballo, José Luis, Ramona y difuntos de la familia. Segunda a las 12:30 por Esther Pérez García, Diamar Domínguez Varela y esposo Manuel.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.

Jueves: Por Montserrat Gómez y esposo Juan.

Sábado: Por Ricardo Tilve Varela, Modesta Pombo Padín, José Oubiña Radío e hijo Juan, do Freixo, Elisa Buezas Bouzada, esposo Antonio Rial e hijos.

Domingo: Primera a las 10:30 por Carmen Lores Padín, esposo Carlos, Dolores Lores Padín, Vicente y Elisa, da casa de Pedro, Manuel Múñiz González, Benita Torres Bouzada, Manuel Souto, hijos Maruja y Samuel y difuntos de casa Bouzada de Piñeiros. Segunda a las 11:30 por la Parroquia.

domingo, 3 de diciembre de 2023

OJO AL MOHO: AGRADEZCAMOS EL VIENTO CONTRARIO

 


¡Feliz inicio de año litúrgico, amigos! Empezamos bien: la memoria de Dios hace aguas por todas partes. Se parece a la de las madres: tienen siempre poca, olvidan fácilmente los errores y los fallos de sus hijos, se agachan y se arremangan buscando por los rincones aquellos amores que dan sentido a sus vidas. Se despojan de todo para cubrirse sólo de premura. Se confían demasiado: siempre, a pesar de todo, descaradamente ingenuas frente a la malicia. Madres, es decir, entrañas, embarazos, nacimientos. Dios se arriesga, como las madres terrenas. Parte y confía: su miedo nacerá después, hechas las cuentas, cuando ya no volverán más. En el principio existía la confianza. La confianza y su hermana gemela: la atención, que al fin y al cabo es de la misma familia gramatical que la espera.

La atención: la palabra que se escribe en los bultos que contienen cosas frágiles, en las señales de tráfico que advierten de un posible peligro, en los avisos que quieren capturar la atención de los viandantes de paso. Atención no pertenece al campo semántico de la amenaza, al contrario: pertenece al de la premura, al de la maternidad, al de la lógica íntima y frágil del corazón. En los evangelios la palabra atención va por delante de los pasos de cebra: “Tened cuidado. Cruce. Paso. Disminuid la velocidad. Abrid bien los ojos” En el evangelio los caminos son cuadros de pinturas casi obras maestras: cuando los caminos se tocan se convierten en cruces. Nuevas posibilidades: de ir hacia la derecha o hacia la izquierda. De cambiar de sentido, que es el pseudónimo de la conversión. Quien invierte la ruta toma la dirección opuesta, decide volver atrás. Volver hacía Él.

El pasado es cuestión de memoria, el futuro de esperanza, el presente es sencillamente una cuestión de atención: la señal de tráfico por antonomasia. En los evangelios está por todos lados, en las cercanías de cualquier pequeño cruce de caminos. Atención, nunca se sabe, porque llegando improvisadamente, quizás os encuentre dormidos. El evangelio conoce lo humano. Sabe que distrayéndonos podemos faltar a la cita con la Belleza.

En Adviento se espera: el Adviento es el tiempo de la espera. Y pues el tiempo de la atención. La espera sin atención es perder el tiempo, la atención sin la espera es el sueño, justo lo contrario de quien atiende. El sueño favorece los accidentes y las excusas.


Poderlo encontrar no está reservado a los santos: es un regalo para aquellos que están atentos. Para los no distraídos: para los amantes, es decir para la gente que comprende las lógicas del amor y la loca espera. Que es plenamente consciente de que los signos son siempre pequeños signos, como las revelaciones son siempre pequeñas revelaciones. Sin embargo a cada cruce vuelven: para sosegarnos, animarnos, indicarnos. Para rememorar lo que Dios un día deseará convertir en historia jugándose la última carta. La de un Hijo enviado a plantar su tienda entre la conmoción de lo humano: si dejamos los sueños en el cajón se enmohecen. Y que la cometa, para levantar el vuelo, tiene la extrema necesidad del viento contrario. Atención pues al moho y al viento contrario. Esperar es rechazar todo moho, estar atento es decir gracias al viento contrario. Todo el resto es diablura: papel pintado y sueño. ¡Buen Adviento!

Semana del 4 al 10 de diciembre

 

Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas. Hasta el jueves continuamos con la Novena a la Inmaculada Concepción de María. Sobre las 19:40 Rosario, Novena y Misa.

Lunes: Por Isaura Cacabelos Vidal. Dionisio Castro Minguillo.

Martes: Por Luis Castro Fernández y sus padres.

Miércoles: Por Ramón Serantes, Dolores Casal y Regina Serantes.

Jueves: Por María Dolores Bergueiro Moldes. A las 20:30 Reunión con los jóvenes de confirmación, sus padres y el que ha de padrino o madrina.

Viernes: Solemnidad de la Concepción de María. Se suprime la Misa de 9:00. Habrá Misa a las 12:30 por las hijas de María fallecidas.

Sábado: A las 11:30 Primer Aniversario de Maruja Cacabelos Vidal. A las 20:00 Misa por Santos José Álvarez Bea. Fina Soneira Lema.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 a las Ánimas a intención del cepillo de Ánimas.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.

Viernes: Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. Misa a las 11:00. Por María Parisina Otero Rodríguez, esposo Serafín y Carmen Rodríguez Oubeira, todos de Piñeiros. Juan Pita, esposa y nuera Lola.

Sábado: Por Juan Luis Otero Fernández, de Revel, a Santa Lucía una devota, Inocente, Elisa e hijos fallecidos, de Revel.

Domingo: Primera a las 10:30 por Alfredo Lores Lores e hija María Esther; Juan Torres Dopazo, das Pedreiras y sus padres. Segunda a las 11:30 por la Parroquia.

domingo, 26 de noviembre de 2023

El infierno es una omisión de socorro

 

Dios  intenta rescatarnos hasta el último momento. Y es en esa acción de rescate hasta  el último momento –este es el último domingo a disposición del ciclo litúrgico- cuando se enciende la más bella de todas las revelaciones. Una especie de revolución: Dios no se inquieta en exceso por nuestros pecados. Sufre, el Dios cristiano, de una especie de amnesia: por disposición tiende a olvidar fácilmente las cosas. Ciertas cosas: no creamos que Dios se olvida de todo. Un Dios olvidadizo sería un Dios poco fiable, una especie de pasatiempo para nada. Olvida las cosas que han ido mal: así que es un Dios que sólo recuerda las cosas que han tenido éxito. Cada vez que uno haga un esfuerzo por levantarse- comenzar de nuevo es su verbo favorito, junto con el remiendo, la reparación - aprovechará el bien, para regar el mal y enviarlo a la deriva. Lo llaman juicio-final: siempre y cuando juzgar sea verbal-validación, no redacción de sentencia. El miedo al juicio surge de la culpa pues la nostalgia por la misericordia es la gracia que proviene de la vergüenza de los pecados de uno: "Míralo y estarás radiante, tu rostro no debe sonrojarse" (Sal 34, 6). La vergüenza es la fuerza de choque. 
 
Sin temor, por lo tanto: no hay intención de juicio en el corazón de Dios. "Entonces todo es lícito" - alguien dirá. Miente, sabiendo que está mintiendo, quién piensa en esto. El Dios cristiano es un amante loco de la libertad: al crearla, en cierto sentido, eligió depender de la libertad del hombre. Su sueño seguía siendo el del principio: que nadie se perdiera de todos los que creó. Algunos, sin embargo, muestran el deseo de ir por su cuenta: en ese caso Dios -cuyo sufrimiento nadie puede imaginar- aceptará que se le negará el amor pagado con sangre. "¿Qué va a pasar, entonces, ese día? Vas a preguntar. Justicia: que, por fin, sabremos cómo fue realmente la historia. Nuestra historia. Como todo aquí abajo está confundido, entrelazado, no lo acabamos de percibir; el deseo más codiciado será saber perfectamente cómo fue la vida aquí abajo. Y, al aprenderlo, veremos a Dios firmar nuestro plan para la eternidad. Una especie de respaldo de lo que hemos elegido llegar a ser: será la bendición de la libertad. Llorando por nuestras maldiciones: "Muchas veces las bendiciones no fueron bien" escribe Kent Haruf en su novela “Nosotros en la noche”. Amar es esperar todo, incluso lo contrario de todo.
 

Casi parecen  asuntos nimios e intrascendentes: "Tenía hambre, tenía sed, era extranjero, desnudo, enfermo, en prisión". Me has rescatado: pan y agua, una puerta abierta, un vestido, una visita. O todo lo contrario: 'No me aceptaste'. Lo que molesta, en ambos casos, es la cotidianidad de los verbos: comer, beber, alojar, vestirse, visitar, sentir lástima. Mézclalos y harán toda una vida: el Paraíso. Una especie de asombro primigenio: porque quienes los llevaron a cabo se darán cuenta de que, haciendo el bien, se estaba construyendo el futuro: "Era obvio hacerlo", dirán. ¿Los otros? Comerse las uñas hasta los muñones, por haber imaginado a la eternidad algo de difícil comprensión - para ir y buscar quién sabe dónde - para perder el momento decisivo, el que fluía ante los ojos. Mientras estaba a mano: en el armario, en el grifo, en el armario. Ha permanecido como el más intrigante de los misterios: lo eterno se juega en lo efímero, lo universal se cierra en el detalle, los sueños de Dios dependen de las acciones del hombre. No había un Dios que señalase que uno estaba cerca de gestos definitivos: había dejado al hombre como su cartel. El hombre exhausto: "Todo lo que le has hecho a uno de estos hermanos menores míos, me has hecho a mí." Dios, cuando quiere jugar por sorpresa, viaja en segunda  clase.
 
Es un anuncio final: más allá de eso seremos lo que decidimos ser mientras estábamos aquí.  No es una sorpresa: ¿por qué, entonces, asustarse? 
 

También dice el adagio popular: 'Mueres como vives'. Es una forma de igualdad, la más ecuménica. Dios no nos enviará al Infierno o al Paraíso: el juicio es del bien. Eso ha  hecho o  no lo ha hecho: o seremos hombres que han hecho el bien u hombres que no lo han hecho. La omisión del bien -habiendo sido capaz de hacerlo, no haberlo hecho- es una acción que Dios no será capaz de revertir, con el dolor de la manipulación de la libertad. La omisión de socorro es la motivación del Infierno. El pecado si lo consideramos bien es un empujón hacia el Paraíso. De cara a Dios no ha de ser tanto un motivo de vergüenza como una conciencia y un revulsivo  que facilite el retorno a Él. Si la vergüenza por el pecado conlleva eso, Dios elige esa vergüenza. Mejor eso que no hacer nada. A Dios no le gusta la inacción. A Él, Rey eterno que siempre está en misión de rescate.