El último domingo del año litúrgico celebramos la fiesta de Cristo Rey, en reconocimiento de que es el Rey del universo y de cada uno de nosotros.
Fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de Marzo de 1925. Posteriormente se modificó la fecha de celebración a la actual. Con esta fiesta se resalta la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Él es el alfa y el omega, el principio y el fin. Cristo reina en las personas con su mensaje de amor, justicia y servicio. El Reino de Cristo es eterno y universal, es decir, para siempre y para todos los hombres.
Pilato le dijo: "¿Entonces tú eres rey?". Jesús respondió: "Tú lo dices: yo soy rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz"...
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