domingo, 16 de febrero de 2025

¡MANOS A LA OBRA!

 


Estamos ante una de las páginas más conocidas del Evangelio. Proseguimos por este breve itinerario por el tiempo ordinario: Jesús ha comenzado su ministerio en la sinagoga y enseguida se han presentado los problemas. ¿Lo recordáis? Después de los primeros entusiasmos lo llevan fuera de la ciudad y ya piensan que es un profeta demasiado incómodo. Pero él se escabulle. 
 
Mucha gente sigue al Maestro, una multitud variada, que acude de todas partes. Pero toda la multitud buscaba tocarlo porque de él salía una fuerza que curaba a todos.
 
Y Él mirando a los discípulos sale con estas palabras inauditas. El profeta habitual, el idealista habitual, lejos de las cosas concretas, alejado de la realidad. Claro está, con un discurso fascinante. Pero toquemos con los pies en el suelo. Más que nada porque las bienaventuranzas nos describen el mundo que vendrá, mientras nosotros estamos arraigamos en este mundo terreno. Y el mundo hay hambre, llanto, odio; en este mundo somos de carne y huesos, hay miserias familiares, familias con dificultad para llegar a fin de mes, hombres y mujeres que pierden el empleo, miles de niños que cada día mueren de inanición y enfermedades infecciosas, un holocausto silencioso, casi invisible. 
 

¿Cómo es que teniendo ante sí una multitud de enfermos y atormentados, de necesitados y hambrientos de plenitud, Jesús pronuncia aquellas palabras de bienaventuranza? 
 
¿Cómo es posible que hable de felicidad? Y sin embargo lo hace. Y de este modo Jesús no se contenta pronunciando las palabras que quisiéramos oír, algún discurso acomodaticio que nos tranquilice y sosiegue. 
 
¡Bienaventurados, dichosos, felices los pobres: porque vuestro es el Reino de los cielos!
 
Podemos considerar esta bienaventuranza como la fundamental. Sabemos que el Señor no alaba la pobreza material. ¿Quién es pues el pobre? ¿Por qué este tendría que ser feliz?
 
Pobre es el necesitado. Pobre es aquel que se reconoce necesitado, que no se basta a sí mismo, que no tiene el mundo a su alcance, y mucho menos la felicidad en sus manos. Pobre es aquel que reconoce que la vida es un don y con ella todo le  ha sido regalado. 
 
 
Reconozcámonos pobres! Necesitados de todo, mendigos de amor. A menudo construimos la vida como si fuésemos superhéroes, como si nos bastásemos a nosotros mismos: yo ya me arreglo solo, no necesito ayuda. ¡Queridos amigos,  esto es un falso espejismo! 
 
Yo no quiero contarme entre esos. Reconozco, Señor mío, que re necesito. Lo reconozco cada vez que voy a misa o en el silencio de mí mismo: ven a ayudarme. Socórreme, que sin Ti no puedo. No llego a amar de verdad, me cuesta sonreír a aquella persona, no acierto a perdonar aquella ofensa. ¡Échame una mano! 
 
Usar todas las fuerzas es también pedir ayuda. Y reconocer el ser pobre. No solo con respecto a Dios, sino respecto a los demás. Tengo necesidad de los que me rodean. No somos islas. Reconozcámonos pobres, necesitados de Dios y de los demás. 
 
 
Pero no acaba aquí. Hay otro lado de la moneda. No sólo hay esta pobreza interior, hay una pobreza concreta. Hay gente que tiene hambre de verdad. Y Jesús no esconde este hecho: ante él hay hambrientos. El Reino de los cielos no es solo cosa del futuro, empieza en nuestra tierra. Es de aquí y de ahora. 

Querido cristiano: manos a la obra. Comprométete y compromete tu vida, tu entusiasmo, tu cara, pon también dinero. Aporta tus dones, tu inteligencia, tu tiempo libre.  Jesús ha venido a cambiar el mundo. Los cristianos hemos sido llamados a cambiar el mundo. 
 
Bienaventurados aquellos que es la tierra se prodigan de mil maneras para aliviar los sufrimientos de los hombres. Bienaventurados aquellos que gratuitamente gastan su tiempo en los niños, los enfermos, los ancianos solos, los defraudados por la vida, los sin techo, los que se pierden con el alcohol y las drogas. 
 
¿Qué estamos haciendo tú y yo? ¡Pondré manos a la obra! Haré algo para llevar felicidad a mi entorno. Con la conciencia de querer permanecer pobre y necesitado. Miremos alrededor y pongámonos manos a la obra. ¡Feliz semana! 

Semana del 17 al 23 de febrero

 

Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: No habrá Misa.

Martes: Obligaciones del Celebrante.

Miércoles: Conversión y santificación de la Parroquia.

Jueves: Por las Vocaciones Sacerdotales, Religiosas y Misioneras.

Viernes: Por los ancianos y enfermos de la Parroquia. A las 20:30 reunión de catequistas.

Sábado: Regina Padín Vázquez. José Luis Rey Castro. Antonio Prieto Pillado, esposa Luisa García Conde y Manuel García Conde.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 por Juana Míguez, Etelvino Dopazo Lores y sus padres.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.

Martes: María Consuelo, esposo Cándido e hija Ana, de Lagarey.

Sábado: A las 11:30 Misa polos afogados en 1940. A las 19:00 Misa por Manuel Camiña Fariña, Joaquín Vázquez Núñez. Pastora Prieto Otero, "Tuca". Germán Padín Padín, esposa Carmen y Manuel Muñiz González. Juan Luis Otero Fernández, de Revel. Elier Vázquez González, esposa y padres.

Domingo: A las 10:30 Misa por José Luis Lago Oubiña. Fernando Martínez Méndez y difuntos de la familia. Luis Otero Fernández. Manuel Fandiño Conde, de Rouxique. Cielo y Regina, da Costiña. A las 11:30 Misa por la Parroquia, a la Virgen de Lourdes y a la Milagrosa.

domingo, 9 de febrero de 2025

EL DRAMA DEL DESPIDO Y UN DIOS QUE PARECE JUGAR

 Duccio di Buoninsegna (Siena)


Conteniendo la respiración, a la puerta del paro y con el sambenito del despido colgado al cuello: el escenario ideal para un profeta que parece flipar. Uno de tantos charlatanes que atraviesan los caminos de Palestina. Estamos en Genesaret, tierra de aguas y  lagos subterráneos, una tristeza experimentada en el temprano amanecer. Dos barcas en la orilla. Los pescadores que estaban lavando sus redes. Toda una noche para vencer a la mar, toda una mañana para contemplar nada. Esos barcos están amarrados casi aparcados, incluso aburridos. Como las historias de los maestros en el arte de la pesca, resignados en el corazón, llevando en los hombros encorvados el peso del trabajo baldío. Incluso el pescador más experimentado conoce los momentos en los que se siente incapaz de responder, donde las ondas de las olas no aguantan el entusiasmo de un oficio transmitido de generación en generación

 

 

Pero Él se levanta, ingenuamente, sin escrúpulos. Sube porque para él subir significa plantar su tienda en las historias desoladoras, en la trama de la vida de esa noche desperdiciada en medio del bregar más duro. Para que aquellos pescadores abandonen esa resignación melancólica es necesario que alguien les dé confianza. Subió y les pidió que se alejaran un poco de tierra firme. Nos encontramos ante la más pura dinámica educativa: ve dos barcas, no pide permiso, se sube a una de ellas, pide que se alejen. En pocas palabras: pide trabajar a gente que, con toda la razón del mundo, tienen los nervios a flor de piel. ¿Es posible que no conozca el temperamento de aquel pescador de Galilea escondido bajo sus músculos? Las palabras de Simón Pedro son claras, quizás nos asombra su calma. En resumen: “Hemos faenado toda la noche y no hemos pescado nada”. Está pues cansado, decepcionado, quizás enfadado, cuando Jesús sube a la barca para enseñar a la multitud que se amontona en la orilla del lago: pero lo acoge, quién sabe si sólo por no dar la impresión de ser un maleducado ante la mirada de los desconocidos. Acabado el discurso y vuelta la calma, acelera la falta de prejuicios: “Zarpa y cala las redes para la pesca”. Jesús no era para él un desconocido. Había estado en su casa, lo había visto agacharse para curar a su suegra, ya era para él “El Maestro”. Pero volver sobre aquellas aguas avaras y vacías cuando uno está agotado y únicamente con ganas de reposar, ya era demasiado. Es como recibir una burla y aguantar la mofa  agradeciéndola. ¿Aprender a pescar de un carpintero? ¿Además de día? Es como confesar que uno es un pescador fracasado, incompetente. Soy pescador pero no sé pescar. ¿Habrá algún chismorreo más vergonzoso a partir de ahora entre las callejuelas de los mercados palestinos?

 


Habrá pensado Simón: “cuando uno exagera, exagera”. Eso es pasarse tres pueblos. Y no le ahorra el comentario, educadamente le reprocha su duda y hace aflorar su escepticismo: “Maestro, hemos faenado toda la noche y no hemos pescado nada”. Está Él y está Simón: es el plano de toma. El hombre libre y verdadero que da voz al que intenta, que rehúye el riesgo de la mistificación, que posee la rarísima capacidad llamar a las cosas por su nombre y no tiene miedo de poner los puntos sobre las íes. Pero en la barca el que entiende de pesca soy yo y no tú. Un poquito de calma, Jesús, por favor. ¿No es acaso de noche cuando se pesca? Es verdad, Simón: es estúpido pescar de día, como será estúpido evangelizar allí donde no hay nadie. Simón es un hombre libre. Tan libre como para no arriesgarse fingiendo que todo funciona a lo grande. Escapar, para quien tiene las redes vacías, es la locura más grande que un pescador puede hacer. Si la noche ha sido baldía, si las redes están vacías, si la moral está por los suelos, quizás el riesgo está bien para salvar el honor: “En tu nombre y por tu palabra echaré las redes”. Sabio aquel pescador: deja abierta la posibilidad de encontrar Alguien más sabio que él en el arte de la pesca.

 

“Señor, perdóname, pero llegados a este punto, ¿hacia dónde quieres que vayamos? Cuando en nuestra vida llegamos a pronunciar esta frase, cuando nos damos cuenta de que no tenemos más salida, entonces hemos llegado al juego de la seducción. Implicarse con otro, siempre significa llegar a un punto en el que somos conscientes de que a partir de aquel momento nada será igual. Hay un punto en que descubrimos que no podemos echarnos atrás. Aunque la historia acabe, podremos ir hacia adelante: pero nunca volver al estadio precedente. Y no es el otro el que no nos deja alternativa, somos nosotros que la hemos liquidado: ya no tenemos puerto (un lugar de interioridad) al que regresar como si no hubiera pasado nada.

 

Calar las redes en el lugar adecuado es cuestión de confianza. Podemos volver sobre nuestros pasos, poner en discusión una noche de faena, el arte de una profesión aprendida desde joven; se pueden burlar de nosotros porque vamos a pescar de día; pero si aquella pesca te dibuja el milagro de una vida nueva, “en tu nombre y por tu palabra echaré las redes”. Traducido: me parece que te equivocas, no hay peces pero iré contra mi lógica, me fío. En tu nombre y por tu palabra echo mi vida.

 

Echan y pescan lo inverosímil. Por la mañana eran pescadores amarrados; al atardecer, pescadores de hombres. En medio de un encuentro que los ha desequilibrado y trastornado: para enderezarlos. 

Semana del 10 al 16 de febrero


Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: No habrá Misa.

Martes: Juana Cacabelos Vidal. Teresa Cacabelos Vidal.

Miércoles: Al Sagrado Corazón de Jesús, un devoto.

Jueves: Lourdes Reiboiras. Antonio Romero.

Viernes: Carlos Seijas Castro y su madre María.

Sábado: Manuel Salgueiro Torres. Ángel Santamaría, padre y abuelo.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 por Miguel Duarte Gómez. Valentina Meis Rial.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.

Jueves: A las 18:00 primer Aniversario de Amelia Padín Míguez.

Viernes: A las 18:00 primer Aniversario de María Soledad Dozo Chaves.

Sábado: A las 11:00 primer Aniversario de Dolores Lores Ferreiro. A las 19:00 Misa por Manuel Rey Otero y sus padres, de Rouxique. María Esther Pérez González. Luis Caneada Basdedios. Antonio Pérez Otero, padre y difuntos de la familia.

Domingo: A las 10:30 por Alfredo Lores Lores e hija María Esther, de Piñeiros. A las 11:30 por la Parroquia.

domingo, 2 de febrero de 2025

EL AMOR ES LUZ QUE ILUMINA AL MUNDO

 


Lo que relata el Evangelio de la Fiesta de la Presentación del Señor se sitúa antes de la adoración de los Magos y antes de la huida a Egipto. Para los hebreos, 33 días después de la circuncisión, es decir, 40 días después del nacimiento de un niño, viene la purificación de su madre (cf. Lev 12,1-8). La idea de impureza en el Antiguo Testamento no es la que tenemos hoy. No es una falta moral. La mujer que trae un niño al mundo ha entrado en contacto con el poder creador de Dios y, debido a la indignidad de la persona humana, la contamina: se vuelve ritualmente impura. La purificación manifiesta que se reconoce y respeta la santidad de Dios.
 
Otra cosa era, siempre en el pueblo elegido, la posibilidad de rescatar al primogénito, propiedad incondicional de Dios. Sin embargo, en lugar de rescatar al primogénito, sus padres podían ofrecerlo al Señor.
 
San Lucas no habla de rescate, sino de "presentación" en el templo el mismo día de la purificación de la madre: une dos acontecimientos distintos. Si puede decir que "cumplidos los días de su purificación" (Lc 2,22), es porque el niño acompañó a su madre en este rito.
 
La Virgen María y san José saben quién es Jesús; este primogénito, que pertenece a Dios (cf. Nm 3,13), es el Hijo de Dios. De ahí su iniciativa de lo que Lucas llama "presentación", desde una perspectiva de culto según parece.
 
De hecho, lo que le importa al evangelista es la relación de Jesús con el Templo. La venida de María al Templo para la purificación es para Lucas la "presentación" de Jesús. Porque el Templo es el lugar donde el sacerdote ofrece el sacrificio. Jesús pertenece a Dios; José y la Virgen María ratifican en cierto modo esta pertenencia mediante un gesto de ofrecimiento del Niño a Dios. Además, las tórtolas subrayan aún más el carácter sacrificial de este gesto. Jesús es santo, es de Dios y se ofrecerá como sacrificio en la Cruz: es al mismo tiempo la ofrenda, el altar y el sacerdote. Jesús es en realidad el verdadero y definitivo Templo.
 
 
A continuación, Lucas relata el encuentro con Simeón y su profecía en el Templo. También aquí es el carácter sacerdotal y de sacrificio lo que interesa al evangelista. El Espíritu Santo estaba en Simeón: proclama al que ahora es la "consolación de Israel", el Mesías, el "Ungido del Señor", Jesucristo. Ana, por su parte, se hace eco del cántico de Simeón, cuya acción de gracias por la llegada del Mesías es un himno litúrgico que refuerza aún más la centralidad del Templo y del culto. La espada de la que habla Simeón puede matar, pero también salvar. En este sentido, es Jesús quien va a discernir los corazones y la Virgen María es la primera cuyo corazón está lleno de fe.
 
También nosotros, inmersos en el bautismo en la muerte y resurrección de Cristo, somos el templo de Dios. Estamos llamados a ofrecer nuestras vidas como un sacrificio espiritual. Como la gota de agua que el celebrante mezcla con el vino antes de la consagración, deseamos participar en la vida divina de quien ha querido compartir nuestra condición humana.
 
Estamos llamados a "presentarnos" ante el Señor para ofrecerle nuestra vida y todo nuestro ser, porque le pertenecemos y en él encontramos nuestra felicidad. Cada vez que participamos en la Eucaristía, podemos actualizar este ofrecimiento de nosotros mismos, por ejemplo, durante la presentación de los dones (antes llamada "ofertorio"), durante la elevación, o durante la acción de gracias después de la Comunión. Toda nuestra vida puede convertirse en una "presentación al Señor": "¡Te serviré, Señor, déjame servirte!” Estamos llamados a devolverle todo a Él. Él es la verdadera luz, su Espíritu nos da el amor que está en el corazón de nuestras vidas y que podemos transmitir para dar sentido a tantas vidas: El amor es una luz —en el fondo la única— que ilumina constantemente a un mundo oscuro y nos da la fuerza para vivir y actuar.

Semana del 3 al 9 de febrero

 

Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

Lunes: A San Blas, por la Parroquia.

Martes: Por la conversión y santificación de la Parroquia.

Miércoles: No habrá Misa.

Jueves: Obligaciones del Celebrante.

Viernes: Ramón Sineiro Radío.

Sábado: Manuel Domínguez Otero, madre, hermano y cuñada. Ramón Tilve Blanco y difuntos de la familia. Manuel Pérez Valladares.

Domingo: Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 por Julio, Manuela, hijos fallecidos y difuntos de la familia.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.

Martes: María Ana, de Lagarei.

Viernes: A las 18:00 primer Aniversario de Enrique González Caneda.

Sábado: A las 10:30 primer Aniversario de Oscar Buezas Pérez. A las 19:00 Misa por Ernesto Barreiro Mouriño, de Rouxique. Manuel Albino García Camiña, do Cruceiro. Rosa Oubiña Radío, padres, hermanos y hermanos políticos. Josefa Caneda Bande. Manuela da Tomada, esposo e hijos. Modesta Pombo Padín y esposo Valentín.

Domingo: Primera a las 10:30 por Dolores Torres Lores y esposo Amancio. Segunda a las 11:30 por la Parroquia.