Escuchamos lo que decía el Santo Cura de Ars:
«Sabéis ya que el santo sacrificio de la Misa es el mismo sacrificio de la cruz
que fue ofrecido allá en el Calvario el Viernes Santo. Toda la diferencia está
en que, cuando Jesucristo se inmoló sobre el Calvario, aquel sacrificio era
visible, es decir, se presenciaba con los ojos del cuerpo; Jesucristo fue
inmolado a su Padre, por manos de sus verdugos, y derramó su sangre; por esto
se le llama sacrificio Cruento: lo cual quiere decir que la sangre manaba de
sus venas y se la veía correr hasta el suelo. Mas, en la santa Misa, Jesucristo
se ofrece a su Padre de una manera invisible; es decir, tal inmolación la vemos
con los ojos del alma pero no con los del cuerpo. Ved, en resumen, lo que es el
santo sacrificio de la Misa. Mas, para daros una idea de la grandeza y
excelsitud del mérito de la santa Misa, me bastará deciros, con San Juan
Crisóstomo, que la santa Misa alegra toda la corte celestial, alivia a las
pobres almas del purgatorio, atrae sobre la tierra toda suerte de bendiciones,
da más gloria a Dios que todos los sufrimientos de los mártires juntos, que las
penitencias de todos los solitarios, que todas las lágrimas por ellas
derramadas desde el principio del mundo y que todo lo que hagan hasta el fin de
los siglos. Si me pedís la razón de esto, ella no puede ser más clara: todos
estos actos son realizados por pecadores más o menos culpables; mientras que en
el santo sacrificio de la Misa es el Hombre – Dios, igual al Padre, quien le
ofrece los méritos de su pasión y muerte. Ya veis, pues, según esto, que la
santa Misa es de un valor infinito.»
sábado, 14 de marzo de 2020
Aviso ante la situación actual (COVID-19)
Ante la situación preventiva que ha puesto en marcha la Xunta de Galicia
para contener el coronavirus y el estado de Alarma decretado en toda España
(COVID-19):
A partir de hoy, y hasta nuevo aviso, en la parroquias de Dena y Villalonga
quedan suspendidas todas las actividades parroquiales, catequéticas o cualquier
otra actividad.
Desde la parroquia nos pondremos en contacto con los padres de los niños de
la catequesis para indicar los temas a trabajar mientras dure esta situación
dada la cercanía de las Primeras Comuniones y de la Confirmación.
Por mandato del Sr. Arzobispo y la CEE quedan exentos los fieles del
precepto de asistir a Misa. Sin embargo, los templos se abrirán y se oficiará la
Eucaristía sin asistencia del pueblo.
En caso de fallecimiento pónganse en contacto con las funerarias y
posteriormente se acordara con los familiares el entierro en la intimidad y el
funeral se pospondría hasta después de la crisis.
Como sacerdote y párroco deseo comunicar mi cercanía a todos, especialmente
a los enfermos a los que tengo presente a diario en la oración personal y
comunitaria, de modo más intenso estos días.
Para cualquier aclaración puede dirigirse al teléfono del párroco.
domingo, 8 de marzo de 2020
La transfiguración de Jesús
Por un instante parece como si tirase su camuflaje de hombre. Ha cogido a tres: no los más santos, no los más loables y mucho menos los más mansos. Tres y no doce: ciertos cálculos del corazón permanecerán como elementos indescifrables hasta el final. Los coge y los conduce allá arriba, quizás era el monte Hermón, majestuoso y de belleza impresionante. Quizás el más humilde Tabor, de cresta más suave. Poco importa: sobre lo alto de un monte ellos, hombres de mar y llanura, cual sorpresa inesperada del Amigo. Quién sabe si los vio titubeantes en el umbral de aquella casa de Betania, quizás astuto descubrió en ellos aquel tono de incredulidad que les empañaba el corazón. Quizás aquel día Él se despertó y sintió la humana exigencia de mostrarse tal cual era de verdad: el Dios de las sorpresas, el Hombre de la Luz, el Sol de la Historia.
Fue una especie de ensayo técnico para los días venideros, aquellos tempestuosos y desconcertantes de la Pasión que serán anticipación y preludio de los amables y confidenciales de la Resurrección.
Monte Hermón (Izquierda) y Monte Tabor (Derecha)
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La Transfiguración es el ensayo técnico de la Resurrección: el deseo loco de Dios -que aquí aparece en toda su ordinaria cotidianidad- a ver si caída la “máscara” de hombre, aquella amistad resistirá. Si aquellos hombres acostumbrados a verle haciendo milagros y pasar los días, sabrán conservar la amistad también después, también en otro lugar, incluso en la Eternidad. En resumen: también Cristo advirtió la necesidad de ensayar la fiabilidad de su historia de amor con ellos. ¿Me amarán de verdad? ¿También como Dios? ¿Aguantarán? Pensamientos casi pueriles de un espíritu juvenil como siempre conservó el Nazareno. De esta manera en un abrir y cerrar de ojos, mientras se adormecían “su rostro brilló como el sol y sus vestidos se volvieron resplandecientes y blancos como la luz”. De tal manera que al volver a abrir los ojos se parecían a aquellos jóvenes que los domingos se levantan cuando el sol despunta por el tejado de casa. Tarde, pillados y acogidos por la luz, a mediodía.
Para Él fue un ensayo técnico, para ellos un flash. La foto que les recordará aquel mismo instante en el que contemplaron al Amigo con una profundidad inesperada, como si el ojo hubiera conseguido posar sobre la intimidad de aquel Hombre. Resisten: mañana trabajarán, pasado mañana huirán, pero esta mañana aguantan. La amistad resiste: por la alegría de Él, por la alegría de ellos. Que es alegría desmedida. Se aguantan de tal manera que en su corazón hay un solo deseo: el de quedarse allí para siempre. ¡Y a quién le importan los demás! Y sin embargo no puede ser ese un privilegio para los privilegiados. “¡Levantad, vamos!”Exhortación a modo de garantía. Y mutis hasta la Resurrección. Todo amor guarda celoso un secreto que se revela sólo entre amantes y una foto en el bolsillo: la Suya, bellísimo, luminoso, cegador. Y más aún: digno de confianza. Una foto que dentro de poco habrá que desempolvar: en el momento de Judas, en el Huerto de los Olivos, al pie del Gólgota, bajo la Cruz, en el silencio ensordecedor del Sábado Santo. Aquella foto: para no olvidar, para no sucumbir, para no echar a perder todo lo vivido con Él.
Si se hubieran quedado en lo alto del monte hubiera sido como hacer el juego al Enemigo: la tentación siempre es la de quedarse en los momentos felices, de ser desmemoriados en los lugares donde se alberga la tristeza. Él les impedirá quedarse allí arriba: hubiera acabado siendo como un privilegio de pocos. Injusto, derrochado, demasiado humano en los cálculos, los arrastró hasta la llanura - Él con ellos- entre tribulaciones y sufrimientos, entre cotidianidad y polvo, en los cruces de caminos. Allí donde les había encontrado para conducirlos hacia arriba. Todo como antes, excepto aquella confidencia impresa en sus corazones que les había procurado la certeza de que Dios no va de farol: es lo que dice. Luz, resplandor, sorpresa: Presencia digna de crédito. El ensayo técnico de Dios. La foto de los tres. La Transfiguración: Dios no miente.
Mn. Francesc M. Espinar Comas
Semana del 9 al 15 de marzo
Dena
Intenciones de las
Eucaristías. De Martes a sábado a las 20:00 horas.
Lunes:
A las 19:00 Misa por la Sra. Lola do Adro y difuntos de la familia; Pastora
Pombo Padín y su padre Manuel Pombo.
Martes:
Comienza la novena a San José. Sobre las 19:30 Rosario, Novena y Eucaristía.
Miércoles:
Por Román Cousido Besada, padres y hermanos; victoria Padín Camaño e hijos
fallecidos; José Cacabelos Gondar.
Jueves:
Por las Vocaciones Sacerdotales y Religiosas.
Viernes:
Por Elisa Arosa y esposo; Benjamín Castro Minguillo.
Sábado:
Por Manuel Avelino Rey Martínez y esposa Argentina; Eladio Pombo Vidal; Obdulia
Méndez Meis.
Domingo:
Primera Misa a las 9:00 por la Parroquia. Segunda Misa a las 12:30 por los
niños y jóvenes de la Catequesis.
Villalonga
Intenciones de las
Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.
Martes
10:
Por Celso Manuel González Tacón.
Jueves
12:
Ejercicio del Santo Vía Crucis.
Sábado
14:
Por Victoria Caneda Rey; Carmen García Carballa, da Tomada; Horacio Martínez
Domínguez, da Bouza; Marina y Carmen Méndez Camiña.
Domingo
15:
Misa a las 10:30 por Manuel Leiro Méndez y difuntos de la familia, da Arnosa;
María Esther Troncoso Poceiro, da Vichona; Carmen Alfonso Sineiro, hija Isabel
y suegra, de Piñeiros. Segunda misa a las 11:30 por la Parroquia.
domingo, 1 de marzo de 2020
Jesús es tentando
Podía haber empezado con un milagro y hubiera resultado más simpático y apetecible. Un Cristo prestidigitador para sacudirse el hambre de encima, un Cristo funámbulo para seducir a las multitudes, un Cristo acróbata para acelerar una pronta intervención de los ángeles. Sin embargo al final la pelota recae sobre su tejado, el del Bastardo Satanás: un psicólogo desgarbado, un aprendiz de teólogo, alguien cuyo oficio se ha desprestigiado a lo largo de los siglos. Y a pesar de ello está convencido, más incluso que nosotros, y lo busca infinitamente más que el pueblo que después de milenios gritará “Señor, Señor”. Lástima por la inexperiencia en el duelo con el que tiene ante él: ¿cómo puede Satanás dar lo que no tiene? ¿Alguien aún se atreve a atribuir a Satanás la propiedad material de las cosas: catedrales, jardines, valles y murallas? Nada de más erróneo bajo el cielo de la catequesis: de Satanás es el limo que se deja sobre las catedrales, sobre las ciudades y en los caseríos de otros. Él no ha sido nunca propietario de nada aquí abajo sino simplemente el primer usurpador de aquello que le hubiera gustado tener. “Fuera de aquí, Satanás” le impone el Desafiante: probablemente se lo dice con dulzura, con mansedumbre, con neta firmeza. Quizás como un sueño: que a ningún hombre –siguiendo la estela del Bastardo- le pase por la mente el reintentarlo con las mismas oscuras artimañas. Satanás ha elegido el Adversario equivocado: no siempre al máximo de la inteligencia corresponde el máximo de la intuición. Lo podría pensar un novato en sus manos, un joven fácil de llevar y de mirada azulada, un soñador inexperto en los primeros fragores de las batallas. No había entendido que aquel Hombre aceptaba su desafío para sacar una enseñanza para difundir a lo largo de los siglos venideros, para desafiar Él mismo la arrogancia de su Contrario. Por encima de la fascinación del milagro, escogió la aspereza de la tentación como lección magistral sobre el púlpito de la historia: para compartir con sus descendientes la dura ley que quien nace hombre. Sin engañar.
Y sobre el pináculo del Templo el Hombre-Dios rescata aquella estupidez firmada por el Diablo en el Jardín del Edén. Pérfido Satanás (y todos sus imitadores) Él sabe que no es verdad, y sin embargo lo intenta: sabe que en un principio el hombre podía comer del fruto de todos los árboles del jardín. Y que sólo después llego la prohibición. Pero se hace el zorro: difunde la caricatura de un Dios que castra, un Dios sádico, un Dios que dice “mira qué maravilla” y después te la niega impúdicamente. De un Dios que enciende el deseo en Adán para acto seguido reprimirlo. Este es el Dios de Satanás y de una porción de cristianos quizás. En realidad al inicio existía la alegría y el gozo para sus hijos: sólo después llegaron las barreras protectoras, para no enlodar tal alegría.
Para el hombre la restricción es una castración, para Dios una salvaguardia de la verdadera Alegría. Satanás obliga a Adán a quedarse en aquel callejón, le empuja y condiciona la mirada, le oculta la visión, le priva de la perspectiva: Satanás es un bastardo porque su propuesta de trasgresión es en vistas a una disminución del hombre. Usa la sospecha y muchos después de él la empuñaran como arma mortal: porque la sospecha no mata instantáneamente pero desgasta, deteriora, hiere y agota la mente, el alma y los pensamientos. De sospecha se puede enloquecer hasta lo impensable: se rompen lazos, se marchitan existencias, se destruyen ideales. Y Satanás –un hábil sin el carisma de Dios- agradece y lanza de nuevo el reto. Debilitando al hombre que era el sueño de la Creación misma. E invitándolo al carnaval organizado en el Infierno.
Christus heri, hodie et semper. Pero también Satanás, ayer, hoy y siempre. De esta manera nadie podrá decir que fuimos condenados a una elección ya hecha.
Mn. Francesc M. Espinar Comas
Semana del 2 al 8 de marzo.
Dena
Intenciones de las
Eucaristías. De Martes a Sábado a las 20:00 horas.
Lunes:
No habrá Misa.
Martes:
Por la paz en el mundo.
Miércoles:
A las Benditas Almas del Purgatorio a intención del Cepillo.
Jueves:
Por Dolores da Silva Gaspar, hijo Pepe y difuntos de la familia; Natalia Gómez
y esposo Justo Dovalo.
Viernes:
Por Dolores Dorado Cobas; Doña Lourdes Reiboiras. Después de la Misa Ejercicio
del Santo Vía Crucis.
Sábado:
Por Aurora Insua Camaño, Lolita Camaño y difuntos de la familia; José Cacabelos
Garrido; Ramón viñas López.
Domingo:
Primera a las 9:00 por la Parroquia. Segunda a las 12:30 por José Meis Rial,
esposa y difuntos de la familia.
Villalonga
Intenciones de las
Eucaristías. Durante la semana a las 19:00 horas.
Martes
3:
Por María Esther Lores Blanco, de Piñeiros; Eladio Otero Rodríguez, ambos de
Piñeiros; José Antonio Crespo González, de Lagarey. Carmen Rodríguez Ubeira.
Jueves
5:
Ejercicio del Santo Vía Crucis.
Sábado
7:
Por Manuel Souto Torres, esposa Carmen e hijo Moisés; Carmen Padín Míguez;
Lucía Victoria García Vidal y su padre Eladio, da Tomada; José Camiña Fariña;
Rosa Otero Patiño, esposo Manuel y difuntos de la familia.
Domingo
8:
Primera a las 10:30 por Juan Torres Dopazo, das Pedreiras y sus padres. Segunda
a las 11:30 por la Parroquia.
domingo, 23 de febrero de 2020
¡Amadlos! ¡Como si fuera fácil!
Palabras desnudas, descarnadas, esenciales. Raquíticas en su delgadez, y sin embargo ensordecedoras en su eco: incluso embarazosas por la casi imposibilidad de amoldarse a ellas. Despojadas de todo, sin un hilo de filosofía encima. Así es como a Él, forjador de grandes personalidades, le gustan: “Amad. Punto y final.” No es el imperativo lo que aturde: hay imperativos en la Escritura que dan la vida y encienden la mecha, que infunden una fascinación irracional y atraen por la majestad de sus ideales. No molesta aquel imperativo para la nota. Es el objeto que señala con aquel verbo con el signo admirativo: a quien te abofetea, a tu acérrimo enemigo, a aquel al que ni siquiera darías un gesto de saludo: ¡Amad! Como si esto fuese fácil, como si fuera la cosa más natural abrazar a quien te hiere, perdonar a quien te mata -física o espiritualmente-, acariciar historias molestas y pútridas de rencor. Como si fuese simple ser como Dios: perfectos. O como las palomas del Evangelio: simples y puras.
Y sin embargo ésta es la vía estrecha que lleva al cielo para aquellos que a diferencia de mí son capaces. Un difícil agujero, casi intransitable, tan estrecho como para tener que escurrirse restringiendo la barriga y todo el resto (como hacen los hámsters) para intentar pasar y colarse: pensamientos e ideas, suposiciones y certezas, convicciones y cosas indudables. Yo, mi mundo, mi historia, mis pequeñas pasiones: mi férrea certeza de ser siempre y sólo yo el hombre justo, con las personas justas. Por otro lado, para aproximarse a la santidad es necesario mirar a la Divinidad.
Un enemigo en el cabezal para que todos puedan acordarse de cómo hay que hacer para vencer la enemistad. Y que la victoria del verdugo se completa cuando el odio que le empuja, contagia también a la víctima. Cristo lo supo y venció a Pilatos, redujo a la nada a los escribas, fariseos y doctores varios. Sacudió el alma del centurión bajo la cruz, perdonó el rencor de quien le habló con lanzas, látigos y esponjas de vinagre. Rompió los diques excavando entre Él y ellos la tierna amistad con el Buen Ladrón. No dejó que el enemigo le invadiese el corazón con la infelicidad de la enemistad. Y por eso venció también la traición de Judas: dejó libre al hombre para besarle y después venderle. Libre de ser ridiculizado y burlado por quien tenía un amor loco, inimitable. Muchos no creyeron en sus palabras: también hoy muchos -entre ellos el abajo firmante- lo recuerdan pero no aciertan a seguirle. Nos enfadamos porque el mundo va mal y torcido. Amad. Punto y final. Alguno lo consigue y deja este mundo un poco mejor de como lo encontró: más humano, más amable, más habitable. Deja al hombre en la más humillante vergüenza: porque todo esto no es imposible para quien está poseído por el Amor, y vence la brutalidad con los gestos locos del amor niño.
Mn. Francesc M. Espinar Comas
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