domingo, 21 de septiembre de 2014

Semana del 22 al 28 de septiembre.




 

Dena

 

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas.

 

Lunes: Por Pepe da Bouza vella y esposa Juanita. Tito Lemiña Losada y Luisa Blanco Velázquez.

 

Martes: No habrá Misa.

 

Miércoles: Por Suso Piñeiro Carballa, suegros Rita y esposo y Consuelo Basdedios Rey.

 

Jueves: Por Dolores Álvarez Salgueiro, Dolores Casal Souto y a las Animas.

 

Viernes: No habrá Misa.

 

Sábado: Por Rafael Basdedios García; Pastora Torres Sineiro; María del Mar Blanco Bouzada y su padre Eladio Blanco.

 

Domingo: Primera a las 9:00 por Milagros Vidal Riveiro, esposo Horacio y Madre Eladia a intención de Elvira Carballo y José Docabo. Segunda a las 12:00 al Nazareno, Virgen del Carmen, a Santa Rita, a San Roque y por María Dolores y Carmen Irago Carro a intención de Lourdes.

 

 

Villalonga

 

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

 

Jueves día 25: Por Luis Padín Rey, de Piñeiros; Manuel Estévez González, da Bruñeira; Juan Ramón Lores Salgueiro y Manuel Lores Míguez y nieta María Esther, de Piñeiros.

 

Sábado día 27: Por Antonio Pérez Otero y su padre José Manuel; Eugenio Cores Gondar, da Salgueira; José Padín Martínez; Nélida Outón Torres; José Antonio Padín Rodríguez y Jaime Vidal Vidal, de Piñeiros.

 

Domingo día 28: Misa a las 11:00 por Lita Dovalo Méndez, da Arnosa; José Troncoso Padín, esposa Carmen Poceiro y José Méndez, da Salgueira, fallecido en Buenos Aires; Hortensia Domínguez Vidal y esposo Manuel a intención de Esperanza, da Capilla.

Glosa Dominical


EL IMPAGABLE HONOR DE TRABAJAR EN LA VIÑA


C:\Users\FRANSESC\Desktop\untitled.pngEn este primer domingo de otoño nos encontramos con una de las parábolas más increíbles contadas por el Señor. Nos llega mientras retomamos todas nuestras actividades un poco con calzador: el trabajo, la escuela, la vida parroquial ordinaria, las fatigas y preocupaciones cotidianas… El verano con sus vacaciones, para quien ha podido hacerlas, parece un recuerdo lejano.
Y en esta “vuelta a la normalidad” nos encontramos con el Evangelio de hoy que hace saltar por los aires toda lógica de justicia humana, sobre todo en estos tiempos en los que buscar trabajo parece una utopía, tan grande como el riesgo a perder el empleo quien lo tiene.
Porque la parábola de hoy nos habla de trabajo, de sueldo, de jornal a horas, de recompensa con métodos y valoraciones que no se corresponden con la justicia. Pero al mismo tiempo hay una palabra que brilla luminosa más allá del derecho y la reivindicación: la palabra bondad. “Yo soy bueno” afirma el amo de la viña de la parábola.
 
En medio de las habladurías y críticas hacia el amo -humanamente justificables- encontramos la imponente afirmación “Yo soy bueno” que desarma toda lógica humana.
Porque la parábola, como toda parábola de Jesús, hace referencia a otra cosa: es necesario interpretarla, ir más allá de la simple narración. Algunas palabras de Jesús resultan ilógicas a nivel humano, incompresibles para “los de fuera” como Él mismo afirma después de la narración de la primera parábola, la del sembrador.
Una vez más, el Dios de Jesús nos desconcierta: sus caminos -como nos ha recordado Isaías en la primera lectura- no son nuestros caminos, los “superan” como la cruz y el don superan nuestra lógica.
Parece normal que instintivamente cada uno de nosotros se sienta solidario con los trabajadores de primera hora: no es justo dar la misma paga a quien trabaja mucho y a quien trabaja poco. No es justo si en el centro de todo colocamos el dinero y las leyes de la economía.
Pero si me dejo provocar por esta parábola, si como Dios, sitúo en el centro, no el dinero, sino el hombre, no la productividad sino la persona, entonces no puedo murmurar contra aquel que desea asegurar la vida de todos. La parábola nos invita a conquistar la mirada de Dios.
C:\Users\FRANSESC\Desktop\images.jpgSi de hecho entramos en la lógica de Dios, se nos abre una perspectiva nueva: descubrimos un pacto entre las partes, es verdad, pero especial y único. Porque Dios nos llama a trabajar en su Viña, no como un empresario alejado de sus operarios, sino como uno que da a los hombres los frutos mismos de aquella viña y que hace a los hombres partícipes de su obra de redención. ¡El hecho mismo de trabajar en la viña del Señor es la recompensa! Y gozan mayormente de esta recompensa quienes la tienen desde primera hora de la mañana.

Dios se entrega a sí mismo al hombre en un don gratuito, continuo, fiel, sin límites; entrega todo su amor. Y pide a cambio únicamente la aceptación del don. La respuesta decisiva a su llamada, el arremangarse para poner manos a la obra aunque sea sólo una hora en la vida, puede redimir toda una existencia. Pensemos en aquel intensísimo momento de amor y de fe que hizo del buen ladrón, un primero en su Reino.
Ningún hombre, en cierto modo, puede ser comparado con otro. Cada uno tiene su llamada, su hora, su historia. Cada uno es el preferido al que Dios destina su paga de salvación, es decir la paga entera, todo Él mismo.
En esta aventura de amor infinito que es la historia de nuestra salvación, lo más llamativo, el contraste más evidente, el reto al esplendor de su Bondad es la envidia que podemos alimentar hacia este don que va más allá de todo mérito, revelando la medida de Dios.
Ceder a la envidia lleva en sí el castigo. El libro de los Proverbios define la envidia como “una caries de los huesos” (Prov.14,30) La envidia después va acompañada de lamentación, el arrepentimiento por haber soportado el peso de la jornada y el calor, de haber trabajado en la viña de Dios, de haberse visto obligado a amar desde la primera hora.
Sin embargo, si al trabajador de última hora lo miro con bondad, si lo veo como un amigo, no como un rival, si lo considero un hermano, no un adversario, si veo en él al pobre que se ha pasado todo el día sufriendo por no tener trabajo, entonces disfruto junto con él de la paga entera, porque entiendo que aunque por otros motivos, también se la merece; y lo festejo con mi hermano, y ambos nos sentimos ricos y agraciados.
C:\Users\FRANSESC\Desktop\imagesJCA1PLXQ.jpgEs cuestión de bondad, tan difícil de encontrar en nuestros días, incluso quizás en la vida de nuestras comunidades, donde a veces la envidia y la crítica -como dice el papa Francisco- son males que hieren la comunión y escandalizan al mundo.

Si me creo trabajador cumplidor de la primera hora, cristiano ejemplar, que entrega a Dios empeño y tesón, que pretende la recompensa, entonces me alejo de la bondad de Dios. Si en cambio, con humildad, con verdad, me coloco entre los últimos trabajadores, entre los siervos inútiles, junto a los pecadores, junto a María Magdalena y el buen ladrón, si cuento no con mis méritos sino con la bondad de Dios, entonces la parábola me revela el secreto de la esperanza: Dios es bueno.
Es lo que debió experimentar el mismo evangelista Mateo, el único que nos presenta esta parábola y cuya fiesta celebramos hoy 21 de septiembre, quizás porque se sintió tocado personalmente por la invitación a seguir a Jesús a pesar de su pecado. Es lo que experimentó san Pablo que llega a decir a los filipenses que “para mí, vivir es Cristo y el morir una ganancia”.
Entonces no me molesta que el Señor sea bueno, porque el trabajador de la última hora soy yo, un poco ocioso, un poco necesitado. No me lamento porque a menudo no tengo ya la fuerza de llevar el peso de la jornada y el bochorno.
¡Ven, Señor, a buscarme aunque me haya retrasado! Y estaré contento de tener un Dios así, que llama a la puerta cerrada de mi estrecho corazón de fariseo, que empuja contra la pobreza de mi alma, para  enriquecerla con su mismísimo Amor. Ayúdame a redescubrir que la verdadera ganancia es vivir de Ti, morir por Ti, que es impagable el honor de trabajar en tu viña desde primera hora de la mañana.

Fr. Tomás M. Sanguinetti

domingo, 14 de septiembre de 2014

Glosa Dominical


JESUCRISTO ES SEÑOR PARA LA GLORIA DE DIOS PADRE 

C:\Users\FRANSESC\Desktop\imagesXQ2EZWXT.jpgLa fiesta que hoy celebramos, la Exaltación de la Santa Cruz, parece ser una celebración fuera de moda. Fue preparada desde el inicio de los tiempos y recordada por los profetas, no por nada el evangelista presenta las mismas palabras de Jesús: “Y así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, de la misma manera será elevado el Hijo del Hombre”. La comparación es simple y no permite equívocos, en cierta manera, porque no era nueva para los Apóstoles aunque debía causar escándalo en ellos. Pero sin embargo el Maestro, para despejar toda duda y que se comprendiese la importancia y el alcance de ello, añade que debe suceder así “para que todo el que cree en Él tenga vida eterna”
La Cruz, con todo el escándalo que causa, es el factor discriminante para quien quiera salvarse. No es un hecho opinable. Nuestro Señor la presenta como el camino de la Redención. Con Él se convierte en el trono sobre el cual será coronado de victoria. Y reconozcámoslo, también para nosotros este discurso muchas veces nos parece absurdo. A menudo intentamos sostenerlo de una manera poco convincente porque nosotros mismos nos enfrentamos a él distraídos con demasiados “peros”. Quizás esto ocurre porque no reflexionamos sobre el verdadero sentido de la Cruz, que es signo de amor, del incomprensible amor de Dios, que tanto ha amado al mundo para darnos a su Hijo Unigénito.

El símbolo de la Cruz es la historia misma de la Iglesia y de sus fieles que solo a través de Ella pueden salvarse. El mismo Jesús añade que reconocer el valor salvífico de su sacrificio es necesario para que todo el que cree en Él no se pierda sino que tenga vida eterna. Escandalizarse de la Cruz, entonces como hoy en día, es poner en discusión la salvación obtenida por el Redentor. Es olvidar que Dios no mandó a su Hijo al mundo para condenar al mundo sino para que el mundo sea salvado por ÉL. La medida del Amor de Dios la da el sacrificio de sí mismo. No creer en la cruz de Cristo es no entender, y en algunos casos rechazar, el amor de Dios. 
San Pablo canta este prodigio de la Cruz obrado por Jesús, que siendo Dios “se vació” casi a sí mismo – el verbo anonadarse dice poco- tomando la forma de esclavo, que no debe ser entendido únicamente en coordenadas sociológicas, sino que significa que se hizo semejante a los hombres, se sometió a la muerte, humillándose hasta el extremo. Se hizo obediente hasta la muerte y una muerte de Cruz, para reparar con la obediencia el pecado original de soberbia.

La paradoja continua: es justamente por esta vergonzosa ignominia, este abajamiento (kénosis) que Dios lo exaltó y le dio un nombre sobre todo nombre. En resumen, que con esto se genera una nueva realeza, este es el significado de la Exaltación de la Santa Cruz. Un nombre se convierte en el Rey de Reyes para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en la tierra y en el infierno. También esto nos suena raro. Parecen dimensiones que nos superan o que no nos importan mucho. Quizás porque no damos el sentido que requiere la expresión “Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre”. 

Fr. Tomás M. Sanguinetti

Semana del 15 al 21 de septiembre.




 

Dena

 

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas.

 

Lunes: Festividad de la Virgen de los Dolores. Por Antonio Romero Lorenzo; Pilar Martínez García, hija y padre.

 

Martes: Por Modesto Sanmartín y María del Carmen Santiago Barros, fallecidos en Argentina.

 

Miércoles: No habrá Misa.

 

Jueves: No habrá Misa.

 

Viernes: A las 21:00 horas, reunión de catequistas en la Rectoral.

 

Sábado: Por Wenceslao Castro Ozores; Juan Poceiro Torres y esposa; Rosa Cacabelos Rey y difuntos de la familia.

 

Domingo: Primera a las 9:00, por las intenciones de la Parroquia. Segunda a las 12:00 al Sagrado Corazón de Jesús y a la Virgen de la Merced a intención de un devoto.

 

 

Villalonga

 

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

 

Lunes día 15: Festividad de la Virgen de los Dolores. Misa por las intenciones de la parroquia.

 

Jueves día 18: Por Carmen Domínguez Cacabelos y esposo. José Salgueiro Torres, padres y hermanos. A las 20:30 reunión de catequistas.

 

Sábado día 20: Por Victoria García Carballa, da Tomada; Pedro Velón González Pardo, esposa Luz de Francisco, hijos Juan Morris y Mercedes Ororbia Robatto, de Velón; Doro Viñas Rocha, abuela Rosa y difuntos de la familia.

 

Domingo día 21: Misa a las 11:00 por Josefa Bouzada Poceiro; Manuel Prieto Tacón, das Pedreira

lunes, 8 de septiembre de 2014

Glosa dominical



Reflexión a modo de notas, hacia dónde nos orienta la liturgia del domingo.


CENTINELAS DE LA FE: ESCUCHAR, VER Y PROCLAMAR 
Ante la abundancia de informaciones en torno a nosotros, que nos llegan a través de los medios, de noticias reales, de medias verdades tendenciosas, de manipulaciones informativas, de auténticas falsedades… ¿cómo podemos discernir la verdad? ¿Cómo hacemos para no dejarnos influenciar y condicionar por estas noticias? Hoy en día no podemos vivir en un mundo paralelo: éste es nuestro mundo y es en este mundo que los cristianos hemos de introducir la Buena Noticia, el Evangelio. Y la huida del mundo no es, según mi opinión, el mejor método. Hay que “ingeniárselas” para transformar este mundo en un mundo mejor. Y creo que la prima lectura de este domingo en el Novus Ordo (XXIII T.Ord.)  nos da una pista para una solución extraordinaria: la muy sugestiva imagen del centinela. ¿Qué es y qué hace un centinela?
Esa imagen no es una novedad en la Biblia. Baste recordar el fragmento de Isaías 21 (Dinos, centinela, ¿qué ves en la noche?) Si normalmente un centinela era la persona apostada en la torre de la ciudad -día y noche- para vigilar los alrededores y avisar si se acercaba un enemigo, el centinela del que nos habla la Escritura no es el que escruta el horizonte para advertir la llegada de los enemigos políticos, sino más bien el que escruta los peligros y sabe discernir los acontecimientos y las realidades que nos acechan y que nos pueden invadir y debilitar como creyentes. Puede ser también la solución a tanta manipulación informativa. Reconducirnos al criterio de verdad de las cosas.
La primera misión del centinela es la escucha (“…cuando escucharás de mi boca una palabra”). Así pues, lo que debe saber hacer un centinela es escuchar. No sólo oír, no. En la oscuridad de la noche debe saber escuchar. El enemigo puede acercarse a oscuras: y si un centinela no sabe escuchar, tiene asegurada su ruina y la de toda la ciudad. Nuestro centinela “teológico” debe saber escuchar ante todo la Palabra de Dios. El contacto cotidiano con la Escritura es una guía segura. Además debe saber discernir en la escucha de cuantas noticias le llegan: saber individuar los intereses personales y económicos que se ocultan detrás de tantas informaciones aparentemente “veraces” que cada día encontramos en la prensa. 
En segundo lugar, un centinela debe saber ver. Si ha escuchado un ruido, debe individuar el peligro en la oscuridad. Si no oye el peligro y lo primero que le sucede es verlo, quizá sea demasiado tarde: el enemigo podría estar excesivamente cerca y no tener tiempo ya para tocar el cuerno, tocar la campana o hacer sonar la sirena para advertir a sus protegidos. El cristiano que escucha y ve, debe advertir especialmente a los que en la Iglesia tienen la misión de jefes, guías y pastores. Y para ello el centinela debe saber hablar. Es decir proclamar, transmitir, denunciar, advertir. Si se quiere, aquí podríamos hablar del testimonio. Pero este paso es posterior. Los que somos pastores (sacerdotes y obispos, pero también padres de familia y educadores) hemos de reconocer en esto, la altísima responsabilidad que sobre nosotros recae.
Hoy en día se ha trastocado este orden: se habla tantísimo, pero sin haber recorrido las dos primeras etapas: la de la escucha y la de la verificación y el discernimiento.
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Tor Vergata- JMJ 2000
Junto a todo ello, en la imagen del centinela y de su misión podemos descubrir también una bella imagen de lo que es la parábola de la vida de fe. Éste se funda en primer lugar en la escucha de la Palabra: crece con ver, descubrir y contemplar la presencia de Dios en la Historia, y llega con la madurez del testimonio. Distorsionar esta sucesión podría llevarnos a una mistificación nociva de la fe o hacia un fundamentalismo peligroso; y la historia nos desvela cuán peligrosa puede resultar esa clase de fe.  Los diez leprosos del fragmento evangélico de Lucas (17,11-19) que nos presenta el domingo XIIIº desp. de Pentecostés, de bien cierto habían oído hablar del Señor: lo escucharon también personalmente, lo vieron y fueron en pos de Él, supieron dirigirse a Él, aunque sólo uno acabó toda la ruta, el recorrido de la fe. El Señor alabó la fe que salvó al leproso agradecido. Una fe que le fue don: seguramente porque había implorado bien y había rezado.
Que la invitación a orar nos conceda la triple gracia: la de la escucha, la de saber ver y por último la de testimoniar la belleza de vivir en Su presencia, la única cosa cierta, la única bella y verdadera noticia. ¡Ojalá todos nos convirtamos en centinelas del Tercer Milenio como el santo papa Juan Pablo II invitaba a los jóvenes en aquel encuentro de Tor Vergata!
Fr. Tomás M. Sanguinetti


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Semana del 8 al 14 de septiembre.




Dena

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 21:00 horas.

Lunes: Por José Manuel Pérez Crespo.

Martes: A las 19:00 horas primer Aniversario de Obdulia Moldes García. A las 20:00, Misa por Carmen Santiago Barros y esposo Florentino.

Miércoles: No habrá Misa.

Jueves: Por Ricardo Basdedios, esposa e hijo Raimundo. Juan Vidal Méndez, padres e hijo.

Viernes: Por Pepe Da Silva Gaspar y su madre. Manuel Portela González, esposa Rosa Lobato, nietos Luis y Manuel.

Sábado: Por Divina Miniño Álvarez; Dolores Seren Cores y difuntos de la familia; Juan Varela Minguillo, esposa e hija Victoria Varela Pérez.

Domingo: Primera a las 9:00, por las intenciones de la Parroquia. Segunda a las 12:00 por Francisco Valladares Radío y obligaciones del Celebrante

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Durante la semana a las 20:00 horas.

 

Martes día 9: No habrá Misa

Jueves día 11: Por Dolores Méndez Valladares, de Roxique; Apolinar Buezas Bouzada, padres y suegros, y a las Animas a intención de una devota. Por Victoriano Otero Uzal.

Sábado día 13: Por Hortensia Soutullo Caneda; Horacio Martínez Domínguez, da Bouza de Gondar; Amalia Salgueiro Otero y esposo, de Roxique; Carmen y Divina Méndez Camiña; Carlos Cacabelos Bouzada y esposa Carmen, das Pedreiras.

Domingo día 14: A las 11:00, Misa por las intenciones de la Parroquia y Carmen Buezas Pérez y hermano José, da Salgueira.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Glosa dominical



Comentario al Evangelio del Domingo XXII del Tiempo Ordinario del Ciclo A, realizado por el Papa Benedicto XVI, en el Angelus del Domingo 28 de agosto del año 2011

En el Evangelio de hoy, Jesús explica a sus discípulos que deberá «ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día» (Mt 16, 21). ¡Todo parece alterarse en el corazón de los discípulos! ¿Cómo es posible que «el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (v. 16) pueda padecer hasta la muerte? El apóstol Pedro se rebela, no acepta este camino, toma la palabra y dice al Maestro: «¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte» (v. 22). Aparece evidente la divergencia entre el designio de amor del Padre, que llega hasta el don del Hijo Unigénito en la cruz para salvar a la humanidad, y las expectativas, los deseos y los proyectos de los discípulos. Y este contraste se repite también hoy: cuando la realización de la propia vida está orientada únicamente al éxito social, al bienestar físico y económico, ya no se razona según Dios sino según los hombres (cf. v. 23). Pensar según el mundo es dejar aparte a Dios, no aceptar su designio de amor, casi impedirle cumplir su sabia voluntad. Por eso Jesús le dice a Pedro unas palabras particularmente duras: «¡Aléjate de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo» (ib.). El Señor enseña que «el camino de los discípulos es un seguirle a él [ir tras él], el Crucificado. Pero en los tres Evangelios este seguirle en el signo de la cruz se explica también… como el camino del “perderse a sí mismo”, que es necesario para el hombre y sin el cual le resulta imposible encontrarse a sí mismo» (cf. Jesús de Nazaret, Madrid 2007, p. 337).

Como a los discípulos, también a nosotros Jesús nos dirige la invitación: «El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga» (Mt 16, 24). El cristiano sigue al Señor cuando acepta con amor la propia cruz, que a los ojos del mundo parece un fracaso y una «pérdida de la vida» (cf. ib. 25-26), sabiendo que no la lleva solo, sino con Jesús, compartiendo su mismo camino de entrega. Escribe el siervo de Dios Pablo VI: «Misteriosamente, Cristo mismo, para desarraigar del corazón del hombre el pecado de suficiencia y manifestar al Padre una obediencia filial y completa, acepta... morir en una cruz» (Ex. ap. Gaudete in Domino, 9 de mayo de 1975: aas 67 [1975] 300-301). Aceptando voluntariamente la muerte, Jesús lleva la cruz de todos los hombres y se convierte en fuente de salvación para toda la humanidad. San Cirilo de Jerusalén comenta: «La cruz victoriosa ha iluminado a quien estaba cegado por la ignorancia, ha liberado a quien era prisionero del pecado, ha traído la redención a toda la humanidad» (Catechesis Illuminandorum XIII, 1: de Christo crucifixo et sepulto: PG 33, 772 b).

Semana del 1 al 7 de septiembre.




 

Dena

Intenciones de las Eucaristías. De lunes a sábado a las 21:00 horas.

Lunes: Por Manuel Valladares Rial, fallecido en Buenos Aires, madre Elisa y sus abuelos.

Martes: Por José Varela, padres y hermanos; Vicente Radío Limeres, esposa e hijos.

Miércoles: Por Antonio Rodríguez Prada, padres, hermanos e hijos.

Jueves: Por Consuelo Viñas Arosa y Maruja Lastres Loureiro.

Viernes: A las 19:00 primer Aniversario de Carmen Míguez Radio, fallecida en Buenos Aires.

Sábado: Por Manuel Santamaría Castro; Carmela Roa Corral; Ovidio Pérez Castro; Antonio Otero Carballa; Manuel Domínguez Serén y Divina Méndez Meis. A Santa Lucía a intención de una devota; por Lolita Camaño y difuntos de la familia.

Domingo: Primera a las 9:00 a la Virgen del Carmen a intención de una devota; y por José Dopazo Lobato, esposa Carmen, Jesús Gondar Domínguez padres y hermanos. Segunda a las 12:00 por las intenciones de la Parroquia.

 

Villalonga

Intenciones de las Eucaristías. Por la semana a las 20:00 horas.

Martes día 2: Por Delfina Méndez Radío, de Roxique.

Jueves día 4: Por María Esther Lores Blanco de Piñeiros; Manuel Otero Fernández y a la Virgen de Lourdes.

Sábado día 6: Por Valentina Vázquez Carro y Jacinto Martínez; Peregrina Méndez Torres, da Salgueira; Amancio Pérez Domínguez; Carmen Fernández Otero, Jesús Fernández Otero y esposa; José Basdedios Rey; José Vázquez Pombo, da Bouza de Gondar; Cielo Basdedios Míguez, de Peai; Alberto de Francisco Vázquez y esposa Maruja.

Domingo día 7: Misa a las 11:00 de la mañana por las intenciones de la parroquia y Pastora Torres Sineiro.